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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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DESDE EL CUARTO PROPIO

Músicos, machismo y violencia

Músicos, machismo y violencia
La decisión de Café Tacuba de dejar de tocar “Ingrata”, una de sus más famosas canciones, como forma de expresar rechazo a la violencia contra las mujeres, ha generado gran impacto en redes sociales y fanáticos de la banda. Sin duda, es más que una muestra de la preocupación y compromiso de la banda mexicana con temas sociales.

Aunque la tendencia es relacionar violencia con el rock, lo cierto es que, así como la violencia contra las mujeres no reconoce nivel socioeconómico ni educativo, tampoco distingue género musical, sea este reggaeton, cumbia, rock, pop, etc. Larga es la lista de cantantes y músicos que han sido asociados a situaciones de violencia doméstica, empezando por Ricardo Arjona, denunciado por su pareja sentimental; pasando por Cristian Castro y Don Omar, quienes tuvieron sentencias por agredir a sus parejas. En la música en inglés encontramos a Bobby Brown, quien agredió a su pareja Whitney Houston; Tommy Lee de la banda Mötley Crue fue denunciado por Pamela Anderson por malos tratos y agresiones físicas; Chris Brown fue denunciado por dejar malherida a su novia, la también cantante Rihanna.

Ni hablar de las letras de las canciones que reflejan un conjunto de mensajes que hacen referencia a formas violentas de relacionarse entre mujeres y hombres, de contenido sexista (alguna de las de Maluma que ha sido objeto de enormes críticas), o de las letras de conjuntos musicales nacionales. También se han difundido ampliamente las declaraciones de rockeros como las de Gustavo Cordera, líder de Bersuit Vergarabat, que en un diálogo con estudiantes justificó la violación sexual. También generaron reacciones diversas las afirmaciones de Christie Hind, fundadora de The Pretenders, por encontrar en las mujeres y sus comportamientos los motivos por los que se producen violaciones sexuales.

Siendo la violencia contra las mujeres una problemática de gran magnitud en nuestra región, no deja de ser interesante observar cómo la producción cultural, particularmente la musical, reproduce los valores machistas que sustentan y naturalizan la violencia contra las mujeres. Pero, al mismo tiempo, cabe resaltar actitudes como la de Café Tacuba, que reconoce que anteriormente no tenían conciencia de la problemática de la violencia y que, ahora que sí saben de sus impactos, pueden hacer algo para transformarla.