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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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CON LOS GOLES DEL ESPAÑOL Y EL GALÉS; Y LA ASISTENCIA EFECTIVA DE ISCO, EL REAL MADRID SE QUITÓ DE ENCIMA AL ESPANYOL, EN EL SANTIAGO BERNABÉU. EL CLUB BLANCO SE AFIRMÓ EN LA CIMA.

Morata y Bale firman el 2-0

Morata y Bale firman el 2-0



Un brillante encuentro de Isco Alarcón, que iluminó ayer la victoria del Real Madrid frente al Espanyol (2-0) con dos asistencias a Álvaro Morata y a Gareth Bale, bastó al conjunto blanco para llevarse tres puntos con los que se asienta en el liderato. Las apariciones de Isco a lo largo de los 90 minutos fueron clave para el conjunto local.

Isco apareció en el once pocos días después de la batalla ante el Nápoles gracias a que Zinedine Zidane apostó por hacer rotaciones. Necesitaba dar descanso a algunos jugadores y sentó en el banquillo a James Rodríguez, a Casemiro y a Marcelo.

Hasta el gol de Morata en el minuto 33, el Real notó alguna de sus ausencias, aunque en todo momento tuvo controlado el compromiso.

Mientras el Real Madrid andaba buscando el camino del gol, el Espanyol asustó con un fuera de juego ajustado de Gerard Moreno, que tuvo que frenar cuando se quedaba solo delante del portero Casilla.

Solo Pepe, con un remate de cabeza, y Cristiano, ya rozando el minuto 30 con un disparo que se marchó fuera, han sido capaces de inquietar la portería del Espanyol hasta el gol de Morata.

Entonces apareció Isco, que desde el principio del duelo había mostrado algunos destellos, para explotar con un pase perfecto a la cabeza de Morata. El delantero blanco batió a Diego López con un testarazo de manual.

Morata no disfruta de los mismos minutos que otros, pero es un jugador efectivo. Ello le sirvió al Real para abrir un encuentro que solo se iba a abrir con un detalle que aportaron Isco y Morata.

Ese tanto tranquilizó al conjunto local, que en el último cuarto de hora previo al descanso jugó un poco más liberado, aunque solo contó con otra ocasión más y de nuevo en las botas de Morata. Cristiano, mientras, ejerció otra vez un rol diferente, más generoso y grupal.

Así se llegó al descanso, con un 1-0 escaso y no definitivo. En la reanudación, el Espanyol consiguió inquietar al público del estadio Santiago Bernabéu.

Sin embargo, el Real siguió en lo suyo. El tiempo fue pasando y las noticias sobre el césped eran escasas. Éstas se reactivaron con la reaparición de Gareth Bale, que volvió con un gol marca de la casa en un contragolpe.