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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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EL MIÉRCOLES UN CERRO SE DESLIZÓ EN LA ZONA DE AUQUISAMAÑA Y DESTRUYÓ CINCO VIVIENDAS. HOY EL MUNICIPIO INICIÓ CON EL TRABAJO DE ESTABILIZACIÓN.

Testimonios de Auquisamaña: "Las casas cayeron como dominó" y por el polvo "no podías ver ni tu nariz"

Testimonios de Auquisamaña: "Las casas cayeron como dominó" y por el polvo "no podías ver ni tu nariz"


Un día después del deslizamiento de un cerro en la zona de Auquisamaña de la ciudad de La Paz, los guardias de seguridad privada que hacen el trabajo de vigilancia en el sector contaron los momentos de desesperación que vivieron durante la evacuación de familias, mientras gran cantidad de tierra se venía abajo haciendo caer algunas viviendas como si fueran piezas de dominó.

Los guardias de la empresa Saire fueron los primeros en percatarse de que desde la punta del cerro, inicialmente, cayó una pequeña cantidad de tierra, como si fuera cascajo. Pero minutos después, la situación empeoró y los vigilantes empezaron a tocar las puertas de las viviendas, según dicen, como “locos”.

Varios de ellos incluso estaban a puntos de ser aplastados por enormes piedras que caían del cerro o por los propios muros de las viviendas, que mientras rescataban personas, también se desplomaban.  

El trabajo de los guardias fue muy dificultoso, porque con la gran cantidad de tierra que se deslizaba, toda la zona se cubrió de una nube de polvareda, que de un momento a otro tapó casi por completo la visibilidad. “Ni siquiera podíamos ver nuestra nariz”, aseguró uno de ellos.  

Los héroes de este operativo fueron entrevistados por la Red Uno y a continuación le presentamos la transcripción de sus testimonios. 

1.- Valentín Gutiérrez, gerente general de Saire Seguridad

"Nosotros brindamos seguridad desde hace seis meses y ayer quedé totalmente agradecido con Dios porque la verdad el trabajo que ha realizado mi personal ha sido bastante conmovedor. Fue un trabajo que cualquier tal vez en ese momento lo hubiera realizado por instinto. Quedo agradecido con Dios porque a ellos nos les ha pasado nada.

En el momento en que me comunicaron, yo me sentí totalmente desesperado, no sabía cómo ayudarles a mis guardias porque ellos me llamaban y me decían: ‘jefe se nos está cayendo el cerro de la Avenida 3’, y yo desesperado les colgué el teléfono y empecé a llamar a Bomberos, al Jefe de Operaciones de nuestra empresa. Realmente para mí fue bastante trágico". 

2.- Iván Ocampo, vigilante

"Primero me avisaron que de la parte de arriba se había caído un pedazo y por las cámaras de seguridad constaté que había mucho polvo. Lo primero que hice fue llamar al señor de emergencias y ambos fuimos a verificar. En ese momento estaban cayendo pequeños cascajos, empezamos a sacar fotos, al principio era poco a poco, pero luego de pronto empezó a caer más fuerte. 

Entonces corrimos con el señor de emergencias y empezamos a llamar por celular para decir qué estaba pasando con el cerro y cuando ya salimos hacia la avenida, había una señora desesperada que me dijo que sus niños gemelos estaban en su casa, que era de color verde.

En ese momento ya había una tremenda polvareda, pero pese a ello mi jefe de operaciones trataba de ingresar a la casa de esa señora por bajo y yo por arriba, queríamos sacar a los niños, finalmente yo entré a la vivienda y de pronto escuché que el techo y un pedazo de la pared se cayeron. Entonces empecé a gritar ‘salgan de la casa’, pero no había nadie que nos conteste de ahí adentro. Luego ambos hemos vuelto a salir corriendo y mientras corría yo en la calle, escuché detrás de mí un tremendo estruendo y vi que había caído una piedra enorme. Si es que no hubiera estado corrido en ese momento, tal vez esa piedra me hubiera aplastado.

Luego de esa casa verde, fueron cayendo otras más, entre las mismas casas se fueron empujando, una casa tras otra casa. Hemos empezado a gritar a los vecinos, les empezamos a alertar, todo fue en cuestión de segundos. Vimos que la gente empezó a salir de sus casas gritando, ellos tampoco podían ver nada.

Después, a una casa blanca que también se estaba cayendo, me entré por la pared, me subí a los autos y un señor me empezó a pasar a sus hijos, sus hijos estaban muy asustados, su esposa igual. Había otro vecino del lugar que igual apareció a colaborar y sacamos a esa familia prácticamente por el techo. La cuestión era tratar de ayudar a todos los que podíamos".

3.- Faustino Llanque, vigilante

"Seguramente hemos ayudado a salir a unas 12 personas, a cada casa fuimos a ayudar, a cada puerta fuimos a golpear como locos y a gritos. Fuimos los primeros en ver lo que estaba pasando porque trabajamos en el lugar todos los días y hasta mi jefe de operaciones se metió adentro de una de esas casas y casi le cayó el techo a él".

4.- Manuel Cofré, jefe de operaciones 

"Tres casas que estaban sobre la Avenida 3 fueron afectadas, pero detrás había otra casa humilde y en su interior estaba una abuelita (que resultó herida) pero más bien y gracias a Dios no sufrió una mayor desgracia porque hemos logrado rescatarla. 

Pero como dicen mis compañeros, es un milagro que estemos sentados aquí. A Iván casi le cayó una piedra cuando se ha derrumbado la casa donde nos indicaron que había niños, y a mí, al borde de mis pies, me cayó una pared, todavía tengo esa imagen en la mente, vi cómo la pared de la casa cayó a un perrito y lo aplastó a mis pies.  Ha sido tremendamente impactante ver cómo esas casas, que todos los días veías durante tu trabajo de seguridad, desaparecían en cuestión de segundos, han caído como dominó, primero uno, luego del lado y del lado y del lado. 

Ahora, después de un tiempo, recién uno se da cuenta del peligro y la magnitud de la situación que vivimos, yo tengo mi familia, tengo mis hijos y recién me pongo a pensar cómo hice todo eso poniéndome en riesgo, pero en el momento que ocurrió no tuve tiempo ni de pensar en eso, sólo actué para tratar de sacar a las personas del barrio y hemos tratado de dar nuestra mejor colaboración.

Además cuando ya vimos las imágenes en la televisión, dijimos cómo nosotros estuvimos ahí abajo completamente bañados de tierra, parecíamos como esos bomberos de Las Torres Gemelas (atentado en Estados Unidos), aunque en una magnitud más pequeña. Pero seguro los bomberos que actuaron en ese hecho, sintieron lo mismo que nosotros porque no podías ver ni la punta de nuestra nariz, no podías respirar, sólo salían lágrimas de nuestros ojos. Todavía me siento muy emocionado por el tema".