Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 09:33

AYER A LAS 15:30 LOS VECINOS ESCUCHARON EL SONIDO DE GOLPES SOBRE LOS TECHOS DE SUS CASAS, CUANDO ALGUNOS SALIERON A VER QUÉ OCURRÍA, EL CERRO SE VINO ENCIMA DE LAS VIVIENDAS QUE QUEDARON DESTRUIDAS.

Deslizamiento sepulta 5 casas

Deslizamiento sepulta 5 casas



“¡No tenemos nada! ¡Nada! ¡No me voy a calmar!, ¡lo hemos perdido todo! ¡todo!”, lloraba una niña de nueve años, a quien sus papás no podían consolar, porque sus lágrimas eran la prueba de que ella tenía razón. Cubiertos de polvo, lo único que hacían era abrazarse entre ellos y llorar. El cerro de Auquisamaña se derrumbó sobre su vivienda.

Ayer a las 15:30 los vecinos escucharon el sonido de golpes sobre los techos de sus casas, cuando algunos salieron a ver qué ocurría, el cerro se vino encima de varias casas. Entonces, lo único que atinaron a hacer era correr para salvar la vida.

El desastre se puede ver desde la avenida principal de Auquisamaña, debido a que una gran nube de polvo anunciaba la ubicación exacta. La polvareda había cubierto las elegantes casas, los vehículos y a la misma gente que transitaba en un radio de cuatro cuadras alrededor del hecho.

Don Hernán Flores, quien vestía shorts, polera y chinelas aguantando las ganas de llorar, contó cómo logro salvar la vida. “Salí al puente, luego escuché un ruido tremendo, volteé a ver y era como si un gran alfajor se hiciera trizas sobre mi casa. Corrí y pensé en mis siete hijos, no se veía nada solo una gran cortina de humo como la de las torres gemelas de EEUU. Y los vi (a sus hijos) llenos de polvo una cuadra más abajo”, dijo.

Lamentablemente la suegra de don Hernán no logró salir, así que con ayuda de otros vecinos escarbaron la tierra con maderas, palas y las mismas manos para sacarla. “Afortunadamente la sacamos con vida, está herida y la llevaron al hospital.

Don Alfonso Peña también lo perdió todo, sus papeles, sus muebles, su jardín. Enojado y con los ojos empapados de lágrimas aseguró que iniciará procesos legales a la Alcaldía paceña por incumplimiento de deberes, porque ellos les advirtieron de las rajaduras de sus casas y del área verde y la Comuna no hizo nada. “Cuando uno los busca lo mandan la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos (DEGIR), de ahí a otro lado, ahora que ya ha pasado todo, todos aparecen”, protestó.

Los vecinos se alarmaron porque cerca del siniestro el olor a gas domiciliario era muy fuerte e incluso pidieron a todos los vecinos no encender aparatos electrónicos.

Un chalet, dos casas modestas y otras dos viviendas fue el saldo que cobró el deslizamiento. Los vecinos llamaron a emergencias, pero ellos aparecieron una hora tarde. Incluso, no solo los bomberos, estaba gente de la intendencia municipal, de la secretaria de culturas, algunos concejales y el alcalde paceño, Luis Revilla.

Las autoridades, oficialmente, no registraron ninguna pérdida humana, pero reportaron una persona herida, además de severos daños materiales de cinco viviendas.

No obstante, el panorama fue distinto para los cinco cachorros salchicha de Mirco Vera, quienes no pudieron salvarse. “Mis cachorros están ahí abajo, toda mi casa está sepultada”, dice mientras ve la nube de polvo que se levanta a cada instante, porque los escombros continúan cayendo.

Él vio el deslizamiento desde la avenida Kantutani, y pensó en su familia. La casa es de su tío que vive en EEUU y está valuada en 160 mil dólares. “Mi tío tomó el primer vuelo para venir acá, solo verá escombros”, se lamentaba la víctima del desastre.

Otras personas acudieron en ayuda de sus amigos que salían del lugar bajo la supervisión de bomberos. Algunos echaban la culpa a los loteadores del sector superior del cerro, otros al río que estaba detrás. El hecho es que ya hubo indicios del deslizamiento desde hace 7 días, tanto así que una familia optó por desalojar su chalet el fin de semana y ahora su casa está reducida a escombros.

La urbe paceña sufrió al menos 7 aludes en seis años

La ciudad de La Paz sufrió al menos siete deslizamientos en los últimos seis años, pero uno de ellos fue de gran magnitud y ocurrió en 2011, según los datos de la hemeroteca de OPINIÓN.

La posibilidad de que la Sede de Gobierno sufra desastres como el registrado ayer está latente ya que existen 29 zonas de riesgo, según expertos geólogos.

Del total de la superficie urbana de La Paz (13.605 hectáreas) el 74 por ciento (10.080 hectáreas) son áreas peligrosas. Allí viven entre 300 mil y 400 mil personas.

ANTECEDENTES El 5 de febrero de este año un deslizamiento en el barrio Huanu Huanuni de la zona sur de La Paz afectó a la urbanización Verde Olivo sin daños personales.

El 29 de febrero de 2016, 12 familias perdieron sus viviendas tras un deslizamiento en la zona de Jupapina, en el sur de esa ciudad.

El 27 de julio de 2016, un cerro también se deslizó en Alto Tacagua, sector Niño Kollo, donde murió una persona.

El 22 de octubre de 2015, la plataforma de la avenida Los Álamos colapsó por un deslizamiento.

Otro alud destruyó tres casas el 17 de enero de 2013. El 25 de febrero de 2011 un fenómeno natural similar destruyó 21 casas.

El deslizamiento más grande que se produjo en La Paz ocurrió el 26 de febrero de 2011, cuando el fenómeno natural destruyó 250 casas y 5 mil familias quedaron damnificadas.

El desastre natural ocurrido en esa fecha equivalía a un terremoto de 9 grados en la escala de Mercalli