Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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DESDE EL CUARTO PROPIO

Santos Valentines

Santos Valentines
Desde hace unos años, el proceso de globalización y el consumo de productos culturales globales han posicionado el Día de San Valentín como el Día del Amor, compitiendo con nuestro 21 de septiembre.

Esta celebración se relaciona con la ejecución de un santo de la Roma del siglo III, al que se le atribuye un milagro, luego de haber sido martirizado por realizar matrimonios secretos entre parejas de jóvenes enamorados, en un período en que se prohibía el matrimonio a los soldados, bajo la creencia de que contar con familia o pareja era un aspecto que los distraía de sus deberes militares.

Esta historia ha pasado a un segundo plano y ha sido sustituida por una tradición comercial, venta de corazones, chocolates y tarjetas y otros productos que refuerzan la idea del amor romántico, por el que las mujeres soportamos humillaciones, hechos de violencia, infidelidades, deslealtades, sacrificamos nuestras libertades y nuestros sueños.

El amor romántico ha sido identificado como una de las herramientas patriarcales más efectivas de control de las mujeres. Desde niñas y con el apoyo de una potente maquinaria cultural, como cuentos de hadas, juegos infantiles, entre otros, se nos socializa para esperar y buscar el único y verdadero amor, que se basa en la dependencia emocional que las mujeres desarrollamos hacia nuestras parejas.

Iniciativas como la campaña juvenil “Actúa, Detén la Violencia”, lanzada el 14 de febrero, buscan denunciar e identificar las nuevas expresiones de violencia y control en las relaciones de pareja que son consideradas “normales” o inofensivas: revisión del celular, control de ropa o de contraseñas, de las salidas o compañías, entre otras, y convoca a jóvenes a romper la indiferencia frente a esas situaciones, generando sanciones sociales para los agresores.

Cuestionar la idea del amor romántico implica cambios culturales y de las estructuras emocionales que permitan crear nuevos modelos de amor, que se basen en la autonomía, el respeto y no violencia.

“Actúa, Detén la Violencia” nos invita a imaginar que es posible construir nuevos esquemas de relaciones amorosas, rompiendo el esquema nocivo del amor romántico, alimentado por los medios de comunicación, para disminuir la dependencia emocional.