Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

“LOS PICAFLORES”, “LAS LINDEÑITAS” SON ALGUNAS DE LAS MÁS DE 20 COMPARSAS QUE PARTICIPARON DE LA FIESTA, EN LA QUE HUBO CHICHA Y COMIDA QHOCHALA.

Polleras, taquipayanacus y acordeón desbordan Virginia

Polleras, taquipayanacus y acordeón desbordan Virginia



Una serpentina al cuello, mixtura en la cabeza y un tutumazo de guarapo fue la bienvenida con la que arrancó el Carnaval del Valle Alto de Cochabamba en el estado de Virginia en los Estados Unidos. Polleras, el baile tradicional, el acordeón y los taquipayanacus desbordaron los condados de Fairfax y Arlington con celebraciones, cuya concurrencia superó el aforo de sus sedes, así como la expectativa de los organizadores y autoridades.

Más de una veintena de comparsas abrió el Carnaval 2017 en los EEUU este fin de semana, con una visita de reciprocidad entre representantes de las comunidades del Valle Alto cochabambino, en una dinámica que se extenderá por al menos un mes.

“Los picaflores”, “Los alegres”, “Lindeñitas”, “Los rayitos de Valle Alto”, “Las islas de Villa Mercedes”, “Los petroleros”, “Tinkus Tiataco”, “Los bandidos de Arbieto”, “Unión Arbieto”, “San Isidro”, “Picaflores del Valle”, “Duraznitos de San Isidro”, “Tolata”, “Aranjuez”, “Liquinas”, “ Santa Rosa”, “Achamoco” y “Pampamamata” son solo algunas de las comparsas que participaron en la apertura de la celebración en Los Estados Unidos.

Nanci Benavídez, que es de Santa Rosa, del municipio de Arbieto, cuenta que lleva 20 años viviendo en los EEUU y asegura que participa hace ya casi una década de esta fiesta para no perder las tradiciones del lugar que la vio nacer. “Cantamos, bailamos, hacemos concursos de taquipayanacus, nos alegramos. Para no olvidar nuestras tradiciones, cada año participamos de estas actividades y compartimos con la gente que también es del Valle Alto”.

TRADICIONES Este encuentro cultural no solo tiene por objetivo la diversión, sino que encierra un mundo de tradiciones esenciales de la cultura boliviana y, particularmente, de la valluna en Cochabamba, tal como explica la profesora Julia García, que también vive en los EEUU por décadas y es experta en temas culturales. “Al igual que en Cochabamba, las comunidades, en este caso representadas por sus comparsas, acuden a las invitaciones que hacen sus pares. Esta dinámica se repite por semanas”.

El encuentro carnavalero también es una oportunidad para ofrecer generosamente algunos presentes a los vecinos, razón por la cual, además del baile, la bebida, la música y la comida, juegan un papel importante. El choclo con quesillo, papahuayc’u y las humintas son los acompañantes infaltables de estas citas qhochalas.

“Nosotros organizamos un Carnaval con todo lo que se encuentra en Cochabamba. Es decir, que queremos vivir como vivíamos en el lugar en el que nacimos”, explica Olga Rojas, una participante del inicio del Carnaval Valluno, que además será la responsable de la organización del cierre de la celebración en marzo. Pero, el inicio del Carnaval boliviano en EEUU comenzó con más concurrencia de la habitual este año, tanto así, que una de sus sedes estuvo a punto de cerrar en plena celebración, debido a la cantidad de gente en el recinto.

Marzo

Así como ocurre en Cochabamba, el Carnaval que celebran los migrantes qhochalas en EEUU durará hasta marzo.