Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 10:30

EL MITIN REUNIÓ A SIMILAR NÚMERO DE MANIFESTANTES Y DE MIRONES. LA EXPULSIÓN DE TRES JÓVENES QUE HACÍAN TOPLESS EN UNA PLAYA MOTIVÓ LA ACCIÓN EN EL OBELISCO BONAERENSE.

“Tetazo” argentino reivindica el derecho a mostrar el cuerpo

“Tetazo” argentino reivindica el derecho a mostrar el cuerpo



El "tetazo" celebrado, ayer, en el emblemático Obelisco de Buenos Aires reunió a casi mil personas, cifra dividida entre los hombres que miraban y las manifestantes, de las que en torno a cien enseñaron sus pechos pintados para protestar en contra de la cosificación del cuerpo de la mujer.

"Hay muchísimos más hombres que mujeres y eso nos da la razón de por qué visibilizamos eso. La mirada que tiene el hombre acerca de nosotras es para el consumo de su visión", argumentó a EFE Lola Cofredes, de la organización Nosotras Humanistas. Entre los cánticos a favor de la libertad de la mujer de mostrar su cuerpo en espacios públicos, alzaban pancartas en las que se podían leer "No vinimos a mostrar las tetas, vinimos a mostrar que somos libres" o "Soberanía sobre nuestro cuerpo" y "Abajo la represión y el negocio sobre el cuerpo de las mujeres", entre otras. Ailén Glacis estaba en la manifestación porque, a su juicio, "los cuerpos de la mujer tienen que dejar de estar sexualizados y no puede ser que las tetas tengan que ser para el disfrute masculino".

De las alrededor de 500 manifestantes reunidas, casi un centenar mostraba sus pechos con los pezones pintados, algunas en forma de flores, y otras utilizaban su espalda a modo de cartel reivindicativo con lemas como "censúrame ahora". Esta convocatoria surgió a raíz de la expulsión, hace dos semanas, de tres mujeres que tomaban el sol sin la parte de arriba de su traje de baño en la playa de Necochea, perteneciente a la provincia de Buenos Aires (este), cuando la Policía local llegó y les pidió que se taparan por petición de algunos presentes.

Silvia Suárez, alegó que es "fantástico que haya mujeres que se pongan la camiseta de provocar algo tan grande (en relación a la concentración) y que tenga una respuesta tan grande".

"Fuera, fuera, fuera, macho, fuera", repitieron para echar a los varones. El grado de violencia subió a medida que se incrementó el nivel de convocatoria. Sin distinguir causas de asistencia, varias de ellas increparon y empujaron hasta liberar la zona de hombres. Formaron un cordón y los cánticos siguieron marcando la pauta.