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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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CIUDAD SUSTENTABLE

Infraestructura educativa, un parche

Infraestructura educativa, un parche
Todas las gestiones anuncian actividades de refacción o remodelación en las unidades educativas con recursos del Estado mediante la contratación de servicios y bajo supervisión de las municipalidades como parte de sus competencias. La revolución educativa impulsada por el Gobierno mediante la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez está orientada a la aplicación de un nuevo modelo pedagógico (enfoque productivo), que requiere de muchas ampliaciones y nuevas construcciones para una correcta implementación del mismo. Pero, surge la interrogante. ¿Hasta cuándo las autoridades van a hacer gala de su poder económico y político indicando que ya cumplieron con su responsabilidad establecida por ley cuando ni siquiera se otorgan las condiciones para implementar los cambios cualitativos en el sistema? Este salto cualitativo implica una mayor planificación y adecuación de las políticas institucionales no solo para asegurar el desayuno escolar o asegurar el número de bancas requeridas o la pintura para la fachada del establecimiento. Una buena dosis de motivación para los estudiantes sería contar con el mobiliario y equipamiento acorde a nuestro tiempo, pero no simplemente para imitar lo que ocurre en otros países, sino para potenciar las habilidades innatas de todo estudiante en función de su edad cronológica y las fortalezas que este presenta. El salto cualitativo en estos términos representa un desafío mayor al esfuerzo que hacen actualmente las instituciones como las municipalidades, direcciones departamentales de Educación o Ministerio de Educación. No es suficiente parchar la infraestructura existente en las unidades educativas que dependen de los recursos públicos. Es necesario un mayor desprendimiento de las autoridades y los gestores públicos para reforzar los requerimientos de las unidades educativas, pero en términos de los elementos innovadores de la educación como ser: las artes, las ciencias informáticas, las ciencias ambientales, los observatorios científicos temáticos, el deporte competitivo y muchos otros elementos que, actualmente, constituyen el potencial social de cualquier conglomerado humano con expectativas de construir un futuro más esperanzador. Finalmente, innovar no significa solamente explicar si hay vida o no en todos los planetas del sistema solar, innovar en la educación también significa disminuir la brecha entre países muy avanzados tecnológicamente y países con una sentida y evidente ignorancia colectiva. La subutilización de los recursos humanos en un país de apenas diez millones de habitantes asentados en un extenso y rico territorio productivo como es Bolivia no debe ser un obstáculo infranqueable.