Hoy veremos pulular mandiles blancos en las calles, unos más nuevos, otros menos. A muchos de los colegiales les acompañarán sus padres, a quienes el Ministerio de Educación ha pedido que no se dejen tomar el pelo por colegios en los que siguen con exigencias prohibidas por el Gobierno.

Padre, madre de familia, tenga en cuenta lo siguiente: no le pueden obligar a comprar un uniforme. Sin embargo, se le permite consensuar con otros padres en caso de que decidieran que la prenda se use por la sencilla razón de que todos sabemos que llegado el momento igual adquiriremos aquello que nos pidan porque seguramente no podremos ni siquiera imaginar que nuestro hijo o hija sea el único sin el tal uniforme.

La segunda disposición es que a usted no pueden pedirle útiles escolares de determinada marca o librería. Esto llega con el pedido de que la lista de útiles no sea kilométrica.

La tercera disposición tiene que ver con la prohibición de armar horarios que incluyan puentes u horas libres. La siguiente dice que no pueden funcionar aulas con más de 30 estudiantes en inicial, primaria y en el caso de secundaria, no más de 35. Finalmente, está prohibido que los maestros falten los primeros días de clases como algunos estilan.

Y los padres no deben olvidar que solo podrán trasladar a su hijo a otro establecimiento educativo durante los dos primeros bimestres de la gestión académica, ya sea por cambio de domicilio, acoso escolar o violencia sexual. En el caso de los profesores, el Ministerio de Educación dispuso el cambio en enero.

Tomando en cuenta estas disposiciones tendrán que empezar las clases esta semana. Sin embargo, hay mucha tela que cortar en los tópicos del proceso enseñanza-aprendizaje en los colegios que ameritarán seguimientos respectivos como, por ejemplo, que el permiso de uso de celulares en aula con fines didácticos sea bien utilizado y no motivo de chacota por la sencilla razón de que no todos los maestros han sido capacitados en el uso de las TIC como parte de los instrumentos usados en la gestión del aula.

Son varios los usos que hoy se puede dar a un smartphone en el aula como, por ejemplo, pedirles a los estudiantes que vayan tomando fotos durante la clase de lo más importante y luego que armen con la ayuda de las tomas resúmenes de lo avanzado, así entre juego y juego van anclando los conocimientos de la materia y sin sentirlo como algo pesado que es lo que suele ocurrir en clases que hoy las consideran aburridas.

También está el uso de las computadoras Quipus, las que después de haber sido dotadas por el Gobierno a las diferentes unidades educativas, no fueron utilizadas el año pasado con justificativos que hablaban de problemas técnicos y, por ello, terminaron incluso en sus cajas en almacenes, lo que dio lugar a que el Gobierno se molestara con directores de establecimientos educativos en los que se procedió de ese modo.

Por otro lado, en el caso de Cochabamba se ha comprometido una vigilancia permanente del estado de la infraestructura escolar que permitirá que se vayan haciendo las reparaciones respectivas y los directores de los establecimientos educativos no tengan que esperar hasta los descansos escolares para ver que baños, pupitres y otros sean reparados. Buena decisión por donde se mire.

Lo dado es solo un pantallazo o repaso de unos cuantos temas de los cientos que el Ministerio de Educación en lo macro y los profesores, padres de familia y escolares en lo micro tendrán que empezar a atender desde hoy y ojalá sea con el seguimiento oportuno y necesario por el bien de la educación de nuestros hijos. Y no hay que olvidar que la educación no solo se la imparte en los colegios, sino también en los hogares.