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EL OJO DEL PUEBLO

Agua de Misicuni ¿Una quimera?

Agua de Misicuni ¿Una quimera?
Visitando la cordillera encontramos, después de 25 años, a dos cochabambinos que nos ayudaron a crear el proyecto múltiple Misicuni, campesinos que trabajaron para tener información, uno en Sivingani y el otro en Escalerani. Día a día tomaban datos para luego calcular cuál sería el volumen de agua en la presa. Merecen nuestro reconocimiento Eugenio Marca en Misicuni y Jorge Marca en Escalerani.

Revisando el avance de las obras en la cordillera, después de 24 años aún no se concluyen, la presa no alcanzó los 120 metros, sus obras complementarias (pozo de ingreso al túnel, camino en la presa con su puente y otros) y la solución a problemas difíciles de suelos y fallas quizás estén para el año 2018.

Hoy, pese a que los ingenieros eméritos reclamamos en 2013, recién sale a la luz pública que los caminos de acceso faltan también y, lógicamente, requieren dos puentes para mover su producción de papa, tanto de las comunidades de Ayopaya como de Misicuni. Su construcción tomará al menos un año.

Entonces, decir que la presa está lista, cerramos las válvulas y ya se acumula agua en el embalse, alegra a la gente, pero no es tan cierto. Falta mucho para que logremos ver el agua en el valle.

Las obras en el valle, empezando por la tubería de 1.40 metros de diámetro zigzagueante en el cerro, algo que crea la ingeniería, nos da la impresión de que ya todo está para que trabaje ese tubo, pero no es así de sencillo porque la casa de máquinas de la central hidroeléctrica, que debía estar para el 2014, se prevé concluir el 2017. Sin embargo, evaluando los detalles para que funcionen las turbinas es más probable que en 2018 esté acabada.

Para bajar el agua de esta central para riego, podemos asimilar que será en 2018, pero no vemos los canales o tuberías principales hacia el Valle Bajo y tampoco hacia Sacaba, y más lejana está la red de distribución a parcelas, porque aún están evaluando cómo, quién y con qué dinero se construirán estas obras… ¿Será realidad?

El otro componente del proyecto es agua potable. Se ve que se instalan tubos enormes y sus válvulas y los técnicos que vienen de Europa dicen: “Hasta aquí... de ahí para adelante no sabemos”. Entonces surge la pregunta: ¿Cuándo estarán construidos los tres tubos de más de 1 metro de diámetro que lleven agua a Sacaba, Quillacollo y los otros municipios?