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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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¿Era post-antibiótica?

¿Era post-antibiótica?
Cuando ningún antibiótico causa efecto en el organismo, el paciente tiene altísimas probabilidades de morir. Sucedió hace poco con una mujer en Nevada (Estados Unidos). Falleció a causa de una bacteria resistente a más de 26 antibióticos.

El informe al respecto dado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indica que la mujer falleció después de una infección de cepa mutante de la bacteria Klebsiella pneumoniae, originada por una fractura en la pierna.

A pesar de que entre los antibióticos suministrados estaba la colistina, conocido como uno de los más eficientes que existen o como una de las últimas armas contra bacterias polirresistentes, al final la víctima igual terminó falleciendo en septiembre.

No se trata de cualquier muerte y, por ello, se ha constituido en una alarma porque implica que el mundo se acerca cada vez más rápido a lo que algunos especialistas han denominado la era post-antibióticos.

Sería bueno saber qué ha hecho al respecto el Estado boliviano porque, hasta donde se sabe, en el país es práctica habitual que algunos médicos receten para todo antibióticos pensando que de ese modo sí o sí terminarán con una enfermedad, sin realizar los estudios necesarios para diferenciar si se trata de una bacteria o un virus. No solo eso, las y los ciudadanos estamos acostumbrados a automedicarnos y comprar sin ton ni son antibióticos, sin prescripción médica porque no tenemos dinero para ir al médico o porque creemos que podemos curarnos y no pasará más nada.

La cultura ciudadana vinculada a la administración de medicamentos está aún en pañales en Bolivia. Ni siquiera sabemos, muchas veces, que consumir un antibiótico con fecha vencida o asoleado puede provocarnos la muerte al revertirse la fórmula de tal medicamento.

En ese sentido, una siguiente acción urgente es educar a la población en los peligros que conlleva andarse automedicando antibióticos para cualquier enfermedad, incluso para gripes, olvidando que luego para una afección infecciosa habremos generado resistencia a una serie de antibióticos.

Por ejemplo, los médicos nos dicen que si bien ciertas bacterias y virus causan enfermedades con síntomas similares, las formas en que estos dos tipos de microorganismos se multiplican y transmiten enfermedades difieren. Nos explican que las bacterias son microorganismos vivos que existen como células independientes y están por todo lado; pero la mayoría no causa daño y hasta podrían, en algunos casos, ser beneficiosas como ocurre con la bacteria lactobacillus, que vive en el intestino y ayuda a digerir los alimentos.

Sin embargo, algunas bacterias son nocivas y pueden provocar enfermedades cuando invaden el cuerpo y se multiplican interfiriendo en los procesos normales del organismo. En este tipo de casos, los antibióticos son eficaces porque matan a estas bacterias y así evitan que se sigan reproduciendo.

En el caso de los virus, no están vivos y no pueden existir de forma independiente. La literatura médica indica que se trata de partículas que contienen material genético envuelto en una cubierta proteica. Los virus crecen y se reproducen solo después de haber invadido células vivas. El sistema inmunitario es capaz de combatir algunos virus antes de que enfermen al organismo, pero hay otros como los que producen el resfriado que deben seguir su curso. Los antibióticos no sirven para combatir virus.

Este tipo de información debiéramos difundir y compartir en la sociedad para que la gente deje de automedicarse antibióticos para enfermedades virales como una gripe y para que, además, tome conciencia del grave daño que le está ocasionando a su organismo con este tipo de acciones. Debemos aprender a ser más responsables.