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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Derechos de las mujeres

Derechos de las mujeres
Para favorecer la democracia y asegurar la gobernabilidad democrática en nuestros municipios, es fundamental avanzar en el fortalecimiento institucional desde la perspectiva de género y en el desarrollo de capacidades de gestión pública local de las autoridades de los y las funcionarias y de los hombres y de las mujeres en igualdad de condiciones.

El recorrido de las mujeres en la democracia boliviana y los importantes avances del Gobierno en cuanto a normativas, garantiza la presencia de mujeres en los niveles políticos y organizativos. Si bien es cierto que existen muchas leyes relativas a lograr mayor equidad en las políticas públicas y en la participación política, es la Ley 026 del Órgano Electoral la que garantiza el ejercicio político de las mujeres al aplicar el principio de paridad y alternancia en niveles de representación.

Esta ley es una acción afirmativa para conseguir una presencia igualitaria de las mujeres en los diferentes niveles políticos. También en nuestro país existe la Ley contra el Acoso y Violencia Política, porque la violencia y el acoso político frenan la posibilidad de que las mujeres realicen una gestión municipal de calidad.

A pesar de la existencia de estas leyes, muchas mujeres que acceden a niveles políticos de representación en los gobiernos locales, tanto a nivel institucional, los concejos municipales, como a niveles de representación social en las juntas vecinales, se enfrentan a un espacio no diseñado para ellas y a estrategias para las que no están preparadas. En el ámbito político-público se enfrentan a nuevas formas de relacionamiento: pragmatismo, negociaciones, manipulaciones, oratorias diferentes, imaginarios simbólicos no propios y principalmente discriminación.

Muchas mujeres ya han asumido que el ámbito político es un espacio de violencia y acoso para las que se atreven a transgredir lo establecido.

La violencia es en muchos casos muy sutil, poco perceptible y por ello muy difícil de denunciarlo, pero que de igual manera causa mucho sufrimiento, esta es la razón por la que muchas mujeres no hacen carrera política y después de una experiencia de este tipo se resisten a repetirla, se resisten a seguir con esa carrera de obstáculos.

El acoso y violencia política es parte de la violencia generalizada que sufren las mujeres en diferentes ámbitos de su vida, tanto en el ámbito privado como en el público y es que muchas de las concejalas y las dirigentes de juntas vecinales además de ser víctimas de violencia política, son sometidas también a otros tipos de violencia como es la doméstica o la discriminación por ser mujeres.