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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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EN VÍSPERAS DE COLQUEPATA

Ídolo Copacabana y míticas sirenas inquietan en adoratorios del Titicaca

Ídolo Copacabana y míticas sirenas inquietan en adoratorios del Titicaca


Ni bien  transcurre Semana Santa en Copacabana ya casi está encima la celebración del Señor de Colquepata, a partir de este sábado 29, especialmente para los afanosos pasantes que financian entradas de conjuntos folclóricos por las calles y prestes, estas sorprendentes mezclaso sincretismos de ostentación capitalista y fiesta religiosa que se prolongan hasta tres días sino la semana entera.

Por estos días, incluso hasta el próximo jueves 4, bailarines y auspiciantes desbordarán las calles que ascienden al Calvario local, frente a la iglesia principal en cuyas faldas, entre los picos casi gemelos del antiguo cerro Llalllagua (ex Llillanaco), está enclavada la capilla del así llamado milagroso Señor de Colquepata.

Un poco adelantada,la festividadque evoca una “altura de plata” a orillas del lago Titicaca, está hermanada con la menos mestiza “Santa Veracruz Tatala” en el Valle Alto cochabambino yla más nativa del “Tata Pachaka” en Macha, norte de Potosí ‒tinku o encuentro violento de por medio‒ que se honrancada 3 de mayo.

La conmemoración católica se multiplica en otras partes del mundo, de Españay las Canarias a México. De California a Paraguay y Chile. Ni qué decir en Perú.

Desde los tiempos de los reyes Fernando e Isabel, hace cinco siglos, se la conoce como Cruz de Mayo o fiesta de las Cruces, aunque en Ciudad de México es sencillamente fiesta de la Cruz, cuando lbañiles y constructores festejan su día emplazando en lo alto del edificio una cruz adornada de papeles de colores o un manto blanco.

En tierra guaraní, al otro lado del río Paraguay,  es "Kurusú Ara" a secas, alentada desde las misiones jesuíticas y la prédica franciscana frenada en parte por la tiranía del doctor Francia, “Karai Guasú”, Dictador Supremo y después Perpetuo durante 24 años, según su designación oficial en la temprana república.

En la ciudad de La Paz, el templo de San Agustin festeja al Señor de Mayo.

Pero en el altiplano lacustre boliviano, Copacabana y su ancestral santuario que deviene de épocas preaymaras, las veneraciones y peticiones de favores se reproducen los 12 meses plenos de misas y bendiciones los 365 días.

“La capilla de velas de la Virgen siempre está abierta todo el año”, dice la licenciada Amalia Amaru, una de las responsables de turismo en este municipio de 15 mil habitantes, de los cuales sólo tres mil residen en el pueblo principal, la mayor parte atendiendo a turistas.

Ocurre desde hace 500 años.

Y quizá, milenios, si se observa que las ceremonias de veneración se suceden hace milenios, según el registro arqueológico y la investigación histórica sobre el antiguo adoratorio nativo, desarrollados por especialistas como Teresa Gisbert y Hans van der Berg.

Durante la extirpación de idolatrías que protagonizaron los sacerdotes católicos coloniales enviados para evangelizar a los originarios, muchos de ellos hallaron tras los altares cristianos, estatuillas de divinidades andinas o huacas emparedadas por orden de amautas nativos, armaras o quechuas, para proseguir el culto tras la apariencia de divinidades cristianas.

Lo relata en su obra el mismo Alonso Ramos Gavilán, un agustino que en 1621 publicó la primera reseña del santuario y los milagros de la Virgen.

En general,  dentro del proceso de transculturación y mestizaje entre distintas culturas como se denomina a los sincretismos sean culturales o religiosos, el cristianismo identifica a Copacabana con el demonio y el pecado personificado en la sirena o la serpiente escamada y sobre ellas triunfa María, refiere Gisbert.

BENDICIONES TODO EL AÑO

En el largo feriado de Semana Santa, el ancestral centro religioso pudo haber hospedado en su treintena de hoteles y similar número de alojamientos y albergues diversos,unos 9.000 visitantes, más del triple de la población local, superando las previsiones municipales de sólo 4.000 peregrinos.

“En febrero o agostoson las fiestas principales”, explica la licenciada Amaru, aludiendo al pasado 2 de febrero, fiesta de la Virgen de la Candelaria que se honra con tanta fecomo en Oruro con la también famosa Virgen del Socavón.

Grupos de folcloristas, pasantes e invitados cerraronentonces calles y plazas con elevados y pesados escenarios abriendo pistas de baile improvisadas para el jolgorio que se extendió tres días en derroche de salud, bebida y música fuerte por los favores concedidos y por obtener.

La de Copacabana es deudora, en vena católica, de  la Virgen de la Candelaria, una de las advocaciones marianas trasladadas a América.

Y junto con la famosa Basílica y los sitios arqueológicos prehispánicos, el lago Titicaca es el principal destino turístico del país, tan sólo superado por el salar de Uyuni
La entrada de Colquepata es, por su parte,es uno de los mayores acontecimientos folclóricos sólo superado por la  multimillonaria fiesta católica del Gran Poder en la ciudad de La Paz o la fiesta de Santiago en Guaqui, también a orillas del Lago.


En la ciudad de La Paz, el templo de San Agustin festeja al Señor de Mayo, cuyo altar y paredes aledañas se halla atestado de cientos de plaquetas testimoniando sus milagros.
Después de La Candelaria, Semana Santa y Colquepata, el pueblo y sus visitantes celebran en el solsticio del 21 de junio el año nuevo aymara, ahora “andino amazónico”.

Lo hacen sobre todo en el observatorio solar,  pachataqa, indicador preciso, a partir de esa fecha, del retorno del sol entre invierno y primavera;mirador también llamado “horca del inca” por su uso como improvisado cadalso en la loma de Kesasani, al lado del cerro Siroqa, plagado hoy de antenas de telecomunicaciones.

El 5 de agosto se recuerda la entronización de la Virgen de Copacabana como Reina de Bolivia y para el equinoccio del 21 de septiembre, al arrancar la primavera en el hemisferio sur, está la celebración de la Coya Raymi, de reminiscencias femeninas en el antiguo calendario incaico y evocaciones a culturas altiplánicas aún más pretéritas.

Entre octubre y noviembre prosiguen las visitas, no sólo desde la frontera peruana, entre 50 mil y 80 mil visitas anuales, por la fiesta en la colindante población peruana de Yunguyo, sino por el feriado largo de Todos Santos.

Para el solsticio austral del 21 de diciembre se recuerda el Qapaq Raymi, donde el motivo central era la consolidación de las lluvias del verano y la iniciación de los jóvenes de élite en el gobierno. Actual patrona y generala de la Policía, la Virgen también recibe  homenajes y peregrinos ese mes, el último del año, lo mismo que en los feriados de Navidad, Año Nuevo y Reyes, ya en enero.

La fiesta mayor es el 2 de febrero, mundialmente célebre por el día de la Candelaria, que se honra también en medio mundo, desde España a las Filipinas.

Bajo ella comenzó en la temprana colonia, desde 1583, la devoción por Nuestra Señora de Copacabana, la Virgen “morena” o simplemente “india”, una vez que el escultor Francisco Tito Yupanqui, que la había moldeado el año anterior en Potosí, la llevo a su pueblo originario parando en Chuquiabo-Nuestra Señora de La Paz, penúltimotramode su largo viaje antes de su asentamiento en el santuario lacustre.