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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Más de 1.800 personas ya usan la firma digital para sus trámites

Más de 1.800 personas ya usan la firma digital para sus trámites


Según datos aproximados de la Agencia para el Desarrollo de la Sociedad de la Información en Bolivia (ADSIB), entidad a cargo de la provisión del servicio, más de 1.800 personas en el país emplean ya la firma digital de documentos para trámites diversos. Ello les permite ahorrar tiempo, no requiere su presencia física, pero implica la misma legalidad de una firma manuscrita.

La mayoría de los usuarios corresponde a personas jurídicas, representantes de alguna empresa, seguidos por funcionarios públicos y, en menor grado, por personas naturales.

La ADSIB comenzó a certificar el uso de la firma digital en abril del 2016. De las más de 1.800 certificaciones emitidas desde entonces, unas 1.600 corresponden a personas jurídicas, entre 20 y 30 a personas naturales, y el resto a personas con un cargo público. Así lo detalló Jan Abel Pérez, jefe de la Unidad de Innovación y Desarrollo de la ADSIB.

El impulso, explicó, vino del Sistema Único de Modernización Aduanera (SUMA), el cual incluye la firma digital en reemplazo a la manuscrita en el procedimiento de despacho de exportación de mercancías, realizado en el aeropuerto internacional de El Alto. El nuevo procedimiento fue lanzado en mayo del 2016 por la Aduana Nacional y con él ya no se requiere imprimir las certificaciones o autorizaciones de exportación en esa administración aduanera.

“La Ley 164 de Telecomunicaciones da legalidad a todo documento firmado digitalmente”, aseguró Ronald Escobar, profesional en Gestión de Proyectos de Gobierno Electrónico de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic).

Esa entidad, complementó Pérez, “ayuda a las instituciones a mejorar sus procesos y procedimientos mediante la incorporación de la firma digital que es de gran ayuda para interoperar (verificar información) con diferentes entidades y mejorar los procesos que toman mucho tiempo”.

Además de ahorrar tiempo al hacer trámites, el uso de la firma digital permite hacerlo a distancia pues ya no se requiere la presencia física del firmante. “Actualmente, un técnico firma algo y necesita que lo apruebe su inmediato superior; si esa persona está de viaje, se tiene que esperar incluso semanas a que regrese; con la firma digital, se puede validar cualquier documento sin importar la distancia”, señaló Escóbar.

Añadió que a diferencia de la firma electrónica, que es una rúbrica escaneada, la firma digital no es visible y está revestida de legalidad, lo que no ocurre con la primera. “Un archivo digital es un conjunto de bits (unidades básicas de información) y al firmar un PDF por ejemplo, se añade al mismo un código especial que tiene el nombre de la persona, la fecha de la firma, el carnet de identidad y otros datos”.

De acuerdo con Escóbar, esa firma valida un documento y luego puede ser corroborada por la ADSIB, como entidad certificadora, y por la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), como ente regulador. “Por más que modifiquen una coma o un dígito por artificios informáticos (en un documento previamente firmado), se va a poder identificar que el documento fue modificado, cuándo pasó y quién lo hizo, todo está registrado. La firma digital es más segura y difícilmente falsificable”.