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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Jesuitas rechazan exhumar los restos de Luis Espinal

Jesuitas rechazan exhumar los restos de Luis Espinal


La Compañía de Jesús expresó ayer en Bolivia su desacuerdo con la exhumación de los restos del jesuita español Luis Espinal programada para mañana por un fiscal de La Paz como parte de una investigación sobre su asesinato en 1980.

El secretario de la orden en Bolivia, el jesuita Ignacio Suñol, indicó en un comunicado que la Compañía de Jesús ha presentado un documento ante la Fiscalía de La Paz para manifestar "su desacuerdo con la exhumación de los restos".

La orden señaló que desde hace más de 36 años es de público conocimiento la causa médica de la muerte de Espinal y expresó su temor a que la memoria de Espinal "sea usada para fines que no condicen con la investigación del hecho delictivo, ni con el respeto y el cariño que la sociedad boliviana" siente por el jesuita.

"Precautelando la memoria histórica del sacerdote Espinal, en virtud al respeto con el que se debe tratar el cuerpo tanto en vida como después de la muerte, la Compañía de Jesús manifiesta su desacuerdo con la exhumación de los restos", subrayó el comunicado.

Asimismo, los jesuitas también expresan su voluntad de apoyar el esclarecimiento "de los hechos que tan injustamente causaron la muerte" del religioso.

El fiscal boliviano a cargo del caso, Genaro Quenta, dijo que la exhumación prevista para el lunes tiene como objetivo determinar la causa de la muerte, pero también verificar la identidad del cadáver.

A pesar de que está ampliamente aceptado que Espinal, artista, periodista y exponente de la teología de la liberación en Bolivia, fue torturado y asesinado a tiros por paramilitares después de ser secuestrado el 21 de marzo de 1980 en La Paz, "no existen documentos" que certifiquen la causa de la muerte, precisó Quenta. La figura de Espinal volvió a la actualidad cuando el papa Francisco visitó el país en julio de 2015, hizo un acto para orar por él y dijo que fue asesinado porque no querían que luchara por la libertad.

El jesuita llegó a Bolivia a principios de los años 70, fue el primer director del semanario izquierdista Aquí y dedicó sus años en el país a apoyar causas democráticas y a favor de los derechos de los trabajadores.

Cuatro meses después del asesinato del jesuita español se instauró en Bolivia la dictadura de Luis García Meza (1980-1981), a cuyos colaboradores se les acusa de haber hecho desaparecer pruebas del homicidio y de haber protegido a los autores del crimen.

La Fiscalía investiga la supuesta responsabilidad en el crimen de quien fue en su momento jefe de la Fuerza Aérea, Jaime Niño de Guzmán, y del coronel del Ejército Freddy Quiroga.

Ambos fueron implicados en el asesinato de Espinal por otro exmilitar, el coronel Roberto Meleán, que cumple condena por delitos cometidos en la dictadura de García Meza.