El exoficial de la Policía Diego Óscar C.P., sindicado de golpear a una mujer en la oficina del abogado Jhasmani Torrico, fue liberado tras cumplir ocho horas de arresto. La Ley 348 garantiza a las mujeres una vida libre de violencia y amigas de la víctima expresaron su preocupación a este diario por las represalias que podría tomar el acusado en contra de su denunciante.

Cuestionado sobre porqué no se aprehendió al expolicía, cuando varias unidades tuvieron que intervenir para arrestarlo la noche del 4 de enero, en el piso 6 del edificio Alí de la calle Jordán entre Lanza y Antezana,el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), coronel Alfredo Castedo, admitió que en muchos casos se procede a una aprehensión con solo observar la magnitud del daño en la víctima, pero en este caso “la denunciante tenía un raspetón en el brazo”.

La autoridad dijo que el único que puede verificar la real magnitud de una agresión es un médico forense. “El personal llevó a la denunciante al forense de turno, pero no estaba en su puesto. No contábamos con el informe. De todas formas cumplimos con todas las actuaciones que manda la ley”. El investigador asignado al caso llamó a la fiscal de turno y tras explicarle lo sucedido, ella le habría dicho que no ameritaba una aprehensión, mientras no se acumulen otros elementos de prueba. El expolicía fue citado a declarar ante la Fiscalía y “se le abrió un proceso por violencia física y psicológica. Ahora ya contamos con otros elementos”, dijo el director de la FELCV. El 5 de enero la víctima fue examinada por un forense que le otorgó tres días de incapacidad médico legal. Según el diagnóstico, la denunciante tiene una “contusión traumática directa tangencial por objeto contundente, una equimosis en el ojo izquierdo, otra en la pared izquierda de la nariz, una erosión hecha con dedos en el brazo izquierdo y otra en la pierna que ya tenía cinco días. La Policía está a la espera de la valoración psicológica para remitir todos los elementos acumulados a la fiscal del caso, para que defina una aprehensión fundamentada.

El presunto agresor ya estuvo en la cárcel de El Abra, sindicado de traficar drogas en el penal de San Antonio, cuando fungía como jefe de seguridad. Un juez ordenó su detención preventiva el 10 de marzo de 2015. En la vía disciplinaria fue sometido a un juicio por cometer faltas muy graves al traficar droga en el penal. El 19 de febrero de 2016, el Tribunal Disciplinario de la Policía lo sancionó con la baja definitiva de la institución.

Pese a ello, al momento de ser aprehendido, fue hallado en poder de su placa y su credencial policial. Si se verifica que el Tribunal Nacional de la Policía ya confirmó la baja definitiva de Diego C.P, el expolicía habría cometido otros delitos al portar esos objetos, como es el ejercicio ilegal de la profesión y usurpación de funciones.