La Iglesia católica recordó anoche, en Quillacollo, la fiesta de los Reyes Magos, con una teatralización de la visita de estos personajes al pesebre del recién nacido Jesús, en Belén de Judá. De la actividad, una tradición desde hace más de 20 años, participaron niños, jóvenes y adultos que partieron en una caravana desde la iglesia de la Santísima Trinidad de Villa Moderna y recorrieron más de dos kilómetros, hasta el templo de San Ildefonso. Los Reyes Magos, Gaspar, Melchor y Baltazar recorrieron el tramo en carrozas y, al llegar al pesebre, donde estaban representados José, María, Jesús y los animales del establo, se arrodillaron para adorar al hijo de Dios. Le ofrendaron incienso, mirra y oro.

Después, todos los asistentes de la caravana, encabezada por el alcalde Eduardo Mérida, entraron al templo para participar de la misa oficiada por el obispo Luis Sainz.

La autoridad católica dijo que los Reyes Magos no eran judíos, sino que venían de otras tierras lejanas (Persia y Babilonia) y fueron siguiendo la estrella que les mostraba el camino para encontrar al que habían oído que sería el rey de todo el mundo.

A través de los Reyes Magos, Dios quiso demostrarle al mundo que Jesús vino a salvar a todos los hombres, de todos los países, sin excepción de ninguna clase.