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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Se va José Oropeza, el icónico Pilincho de la radio qhochala

Se va José Oropeza, el icónico Pilincho de la radio qhochala


José Oropeza de Los Llanos, conocido cariñosamente en Cochabamba como Pilincho, falleció ayer en la clínica Belga, a sus 78 años. Partió la madrugada del 2 de enero, exactamente al cumplirse dos meses de la muerte de su gran amigo y compañero radialista, Raúl Guzmán, ocurrida el pasado 2 de noviembre de 2016.

Pilincho nació en Mizque, Cochabamba, el 9 de diciembre de 1938. Se casó y tuvo dos hijos. El varón vive en Santa Cruz y la mujer en Estados Unidos. Luego de divorciarse, Oropeza vivía solo en un departamento. A las diez de la noche del 1 de enero sintió un gran malestar y lo trasladaron a la clínica Belga, donde fue internado, pero, a las dos de la madrugada del 2 de enero murió por un infarto.

Pilincho padecía de diabetes. Ya había sufrido dos comas diabéticos y parálisis faciales que “lo asustaron” y que, según Leny Jaldín, que trabajó con él por 22 años, lo obligaron a ser disciplinado con su alimentación, con la medición de su azúcar en la sangre, sus medicamentos y con controles periódicos que cumplía al pie de la letra. Sin embargo, los cuidados no impidieron su partida.

La trayectoria de Pilincho es extensa. Tenía una voz de tiple y en 1950 formó el trío Los Pepes, primero junto a Arturo Sobenes y José Vargas. Luego con José Orlando Rojas.

En su blog, Maurico Aira recuerda que disuelto el trío, Pilincho se unió al grupo de gente de radio como Víctor Aguilar, Hugo Maldonado, José Nogales, Milivoy Eterovic y Patato Méndez con quienes fundó la Radio Centro.

“Allí, Oropeza, encontró su vena vocacional. Resultó de la combinación de su excelente oído musical, un sentido del humor extraordinario e inagotable y de la elección del tema melódico apropiado para convertir cualquier información en sátira, remedo, imitación”, dice Aira. Pilincho tenía talento para aplaudir, criticar o ridiculizar las actitudes de personajes públicos como ministros, diputados, alcaldes, policías, militares y dirigentes de toda laya.

Pilincho fue el alma de programas como “Aquí se raja”, “Olla de Grillos”, el entrañable “Habla Juan”, “Gentilísima” y otros muchos. Fue un infatigable animador de sesiones de disk jokey, festivales musicales y artísticos; concursos de tradiciones qhochalas y, junto a Raúl Guzmán, impulsó el Corso de Corsos, la fiesta más grande del Carnaval cochabambino.

También fue propietario de la radio Oro 89.2 FM, en la que trabajó por más de 20 años. En 2015, luego del susto por los comas diabéticos y la recomendación médica de mayor descanso, decidió vender la Radio Oro con un verdadero tesoro dentro de ella: su colección de 7.000 discos de vinilo, cintas y casetes, todos originales. La muestra contiene al menos tres décadas de historia de la música boliviana e internacional.

Tanto la radio como la valiosa colección fueron adquiridas por ATB Radio y hoy forman parte de su sistema. Tras la venta, Pilincho extrañó demasiado su pasión por los medios de comunicación y empezó a trabajar en Canal 2 difundiendo el programa “Como en la radio”, junto a Mónica Pinto, Edwin Santa Cruz y Carlos Balderrama. “El viernes despidió el año con un gran programa. Él no hablaba mucho de sus sentimientos, pero sé que le afectó la muerte de Raúl Guzmán. Ahora están juntos”, opinó Leny Jaldín, sin poder esconder su pesar por la muerte de un jefe que formó a muchos periodistas radiales en la Llajta.

Cientos de usuarios de las redes sociales lamentaron ayer su muerte. “Pilincho y Raúl Guzmán, dos personajes que sin ser autoridades, sin ser parlamentarios, con mucha dedicación, lograron que Cochabamba cobre sus valores identitarios”, dijo Javier Bellot. “Generaciones de cochabambinos podemos preciarnos del privilegio de haber pasado incontables horas deleitándonos con el talento y la pasión de estos paladines de la radiodifusión”, expresó Carlos Zeballos. El alcalde de Cochabamba, José María Leyes escribió en su cuenta de twitter: “Mi sentido pésame a la familia de don José Oropeza de Los Llanos, un hombre que todos extrañaremos. Gracias por todo Don Pilincho”.