Al menos 32 personas murieron y más de 60 resultaron heridas ayer en un atentado perpetrado en un barrio chiita de Bagdad, Irak, cometido por un kamikaze al volante de un coche bomba, informaron fuentes policiales a EFE.

Las víctimas del atentado son en su mayoría jornaleros que esperaban para ser contratados en una plaza de Ciudad Sadr, un barrio situado en el noreste de Bagdad que ya ha sido escenario de varios atentados mortíferos en el pasado.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI), reivindicó este ataque a través de su agencia de propaganda, Amaq. Este atentado tuvo lugar pocas horas antes de la llegada a la capital iraquí del presidente francés François Hollande.

Por su parte, Hollande, de visita en Irak en plena ofensiva contra el EI, aseguró a su llegada que 2017 será un "año de victoria contra el terrorismo".

El Presidente francés dijo que "luchar contra el terrorismo aquí en Irak, es también prevenir actos terroristas en nuestro propio territorio".

En fotos del ataque difundidas ayer, en las redes sociales, podía verse una inmensa columna de humo negro y muchos heridos, algunos visiblemente en estado muy grave, que eran evacuados.

Según un coronel de la Policía, al menos 32 personas murieron y 61 resultaron heridas en este atentado, el segundo en 48 horas en la capital iraquí.

El sábado, víspera de Año Nuevo, un doble atentado reivindicado por el EI en un mercado muy concurrido del centro de la ciudad dejó 27 muertos y también decenas de heridos. Irak sigue siendo escenario frecuente de atentados con bomba.