Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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¿Bienvenido 2017?

¿Bienvenido 2017?
Nace hoy el 2017. Con los últimos días de diciembre y los primeros de enero llegan las proyecciones políticas y económicas para Estados Unidos, Europa, América Latina, los países andinos y Bolivia. ¿Qué nos deja en conclusión toda esa información?

Una palabra gobierna el amanecer de 2017: incertidumbre. Un nombre está detrás de ese término: Donald Trump.

La peor enemiga de cualquier economía es la incertidumbre porque cuando esta gobierna los escenarios posibles, las empresas reducen o posponen sus proyectos de inversión y sus planes de contratación de personal, mientras las familias optan por guardar el dinero y dejan de consumir lo no esencial y acto seguido el comercio, del que viven muchas personas, se resiente.

El ministro de Economía de Bolivia, Luis Arce Catacora, ha reconocido que uno de los tres factores que podrían afectar la economía del país de manera indirecta es el próximo Presidente de Estados Unidos que será posesionado el 20 de enero: “Las políticas de Estados Unidos pueden no tener un efecto directo en la economía boliviana porque felizmente no se tiene una gran relación comercial y económica con ese país, pero sí la tienen nuestros países vecinos, lo cual podría afectarnos de forma indirecta a nosotros”.

Se refería sobre todo a Argentina y Brasil que, además, no están logrando recuperarse después de que ambos países dieran un viraje hacia la derecha, tendencia que hasta donde se ve no les está dando ninguna fórmula del éxito porque ambos mandatarios, sobre todo el del Brasil, son resistidos.

A Europa no le va mucho mejor porque cuenta con otra palabra que crea incertidumbre: Brexit. Se calcula que la economía española crecerá menos que en 2016, pasando el PIB de 3.1 por ciento al 2.3 por ciento. Algunos economistas creen que las regiones “del arco mediterráneo” se verán más afectadas por la separación del Reino Unido de la Unión Europea. En concreto, para Catalunya supondrá un -0.4 por ciento , para la Comunidad Valenciana, un -0.5 por ciento y para Murcia, un -0.6 por ciento . Entre otros motivos, por la llegada de menos turistas procedentes del Reino Unido a estas zonas turísticas.

Volviendo a este lado del mundo, en el caso de los países andinos ruedan las proyecciones. La CEPAL dice, por ejemplo, que estos “crecerán entre el 0.5 y el 4.5 por ciento , excepto Ecuador (que entrará en recesión) y Venezuela (cuya economía todavía está sufriendo una aguda contracción). En Argentina la actividad se contraerá este año, mientras que Brasil continúa estancado en su peor recesión desde hace tres décadas. Para el año siguiente 2017 está previsto un repunte en la mayoría de economías, mientras que Venezuela seguirá contrayéndose”.

No deja de llamar la atención que uno de los países menos mencionados en dichos informes, por lo menos por el lado negativo, es Bolivia y no se sabe si es porque en general tienden a obviar este país o se debe, más bien, a que está mejor que muchos otros de este lado del mundo. Pero, como se verá en el párrafo copiado, Bolivia no es mencionado.

Sin embargo, si cruzáramos la información dada por el Ministerio de Economía de Bolivia y la proyección de 4.5 por ciento lanzada como tope para los países andinos, se podría decir que el país tendría que estar bastante bien, por lo menos con respecto al resto de los países vecinos y, hasta donde se sabe, esto también habría ocurrido en 2016 según la explicación de Arce, refrendada por las cifras; aunque minimizadas por la oposición.

En todo caso, hay recomendaciones que conviene tomar en cuenta como, por ejemplo, que las inversiones en capital físico y humano deben fomentar un mayor crecimiento inclusivo y una mayor productividad.