“Si me dejas no te voy a dar ni esos 20 bolivianos. No te ayudaré en nada”, es la frase que Carla (nombre que protege la identidad de la víctima) escuchaba a diario de su pareja con quien formó una familia con cuatro hijos.

La mujer debía hacer alcanzar ese monto que su concubino le entregaba a diario para el desayuno, almuerzo y cena de los seis integrantes de la familia.

Al reclamar que no le alcanzaba y que quería separarse para poder salir a trabajar, el padre de sus hijos utilizaba el chantaje para retenerla a su lado.

El caso de Carla es solo una de las 500 denuncias de violencia económica que se registraron este año en los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIMS), y que gracias a su asesoramiento fueron resueltos en su totalidad. El 95 por ciento de las denuncias fue por falta de pago de asistencia familiar.

Carla se cansó porque el dinero era insuficiente para alimentar a sus hijos y decidió acudir a los SLIMS para buscar una solución. Ahora, su exconcubino, del que terminó separándose, le pasa una asistencia familiar mensual de 400 bolivianos por hijo. En total 1.600 bolivianos, explicó la directora de Género Generacional y Familia de la Alcaldía, Andrea García.

El otro 5 por ciento de los casos se trata de familiares que trataron de apoderarse de los bienes de la mujer, sobre todo terrenos y viviendas.



VARIOS DELITOS La violencia patrimonial o económica que está reconocida en la Ley 348 es un delito ligado a la violencia psicológica explicó García. En algunas oportunidades las mujeres también sufren de agresiones físicas.

Pero uno de los grandes problemas de la sociedad es que no se identifica a tiempo y siempre termina ingresando como denuncia por otras causas como las mencionadas anteriormente. La mujer es agredida física y psicológicamente, se quiere separar de su pareja, pero no se da cuenta que estuvo siendo chantajeada por mucho tiempo, resaltó García.

“Es cuando se escuchan los testimonios de estas víctimas y cuando se identifica que también hubo este tipo de violencia”.

Una de las dificultades que tiene el SLIM que atiende este caso es el poder probar el delito.

Casi siempre es interpretado como violencia psicológica porque se demuestra que la mujer fue afectada en lo que le dijo su pareja, pero es difícil demostrar cuánto dinero le dio.

Pese a esta dificultad en todos los casos se llegó a una conciliación en la que los hombres tuvieron que dar la pensión que corresponde según la ley.

“Hay padres que quieren entregar 100 bolivianos por hijo y eso no está permitido. Nosotros hacemos que se cumpla la norma y en todos los casos logramos el monto superior a 362 bolivianos que es el 20 por ciento del salario mínimo nacional”.

Debido a estas conciliaciones ninguno de estos casos fue remitido al Ministerio Público. El delito tiene una pena de dos a cuatro años.

La directora de Género Generacional y Familia invitó a las mujeres a identificar al menos cuatro tipos de violencia económica (ver cuadros abajo) y denunciarlos.

Indicó que debido a la naturalidad con la que se toma este tipo de casos el próximo año se iniciará una campaña para que las víctimas puedan detectar a tiempo las agresioens, denuncien y obtengan una asistencia familiar justa de parte de sus parejas.

Si te restringe ingreso

* Si el hombre trabaja, pero no cumple con la responsabilidad de mantener a la familia y otorgar el alimento, vestimenta y techo a sus hijos y pareja, le está restringiendo los ingresos económicos a la mujer.

* En algunos casos se otorgan montos mínimos de 10 o 20 bolivianos diarios que son insuficientes.

* Este accionar es considerado como delito económico porque no hay la corresponsabilidad de aportar al hogar de manera económica y debe ser denunciado.

No te deja trabajar

* La mujer tiene derecho a trabajar para poder cubrir sus gastos, los de sus hijos y aportar económicamente al hogar.

* En algunos casos, el machismo impide que la pareja salga de casa y se realice profesionalmente. Los hombres prefieren que sus esposas se queden a cuidar a los hijos y, lo que es peor, hay varones que no proporcionan el dinero suficiente para poder cubrir los gastos. Debido a estas limitaciones, esta actitud también es tomada en cuenta como violencia.

Te quita tus bienes

* La violencia, como también se la denomina, se refiere a que la pareja o cualquier miembro de la familia trate de quitarle a la mujer un bien que ella ha adquirido por su propia cuenta o lo ha heredado.

* El hombre, hijo, nieto, sobrino se aprovecha de su condición de familiar y vende o pone a su nombre una propiedad o bien inmueble que es de la mujer. En la mayoría de los casos esto se lo hace a escondidas de la víctima.

No trabaja

* Si el hombre no trabaja, y le da a la mujer la responsabilidad de mantener a la familia, está incumpliendo con su corresponsabilidad de otorgar los recursos necesarios para su subsistencia y la de sus hijos.

* En ningún caso, ni siquiera en enfermedad, la mujer puede ser la única proveedora de recursos económicos para el hogar.

* Los gastos que hay en una casa, donde se ha formado una familia, son obligaciones económicas que tanto el hombre como la mujer deben cumplir.