Anuario 2016
27 de diciembre de 2016 (20:01 h.)
Como todos los años, el 2016 inició con muchas promesas. Trajo sorpresas y dejó una larga lista de eventos inesperados que dan cuenta de los avances en el mundo, en los que las protagonistas fueron mujeres. Al mismo tiempo, tales hechos marcaron la agenda futura con importantes temas pendientes.
El asesinato de Berta Cáceres resaltó el contexto riesgoso en el que las defensoras de derechos humanos y la naturaleza realizan su trabajo, dejando en claro la necesidad de reconocer y proteger su labor. Dos grandes procesos sorprendieron a América Latina. El primero fue el proceso de “impeachment” iniciado contra Dilma Rousseff, que acabó con la destitución de la Presidenta, en lo que el movimiento feminista brasileño calificó como un golpe de Estado. Lo segundo fue el sorpresivo resultado del referendo de Colombia, que le dijo No al acuerdo de paz, a pesar del activo e incansable trabajo de los movimientos de mujeres en el proceso.
La movilización #NiUnaMenos, que inició en Argentina y recorrió la región por México, pasando por Chile, Uruguay, Perú y finalmente Bolivia, marcó tendencia este año, no solo porque mantuvo las redes sociales ocupadas y remozó la imagen de un movimiento de mujeres activo, sino porque logró convocar a una gran diversidad de expresiones a manifestarse en contra de la violencia machista. Otras iniciativas como el paro de mujeres buscaron llamar la atención sobre los feminicidios y, en algunos países del mundo como Islandia, sirvieron para concienciar sobre la persistente brecha salarial entre mujeres y hombres.
Los derechos sexuales y reproductivos también fueron motivo para una masiva movilización de mujeres que tomó las calles de Varsovia, logrando revertir la decisión del Gobierno polaco que pretendía prohibir totalmente el aborto, en uno de los países con las leyes de aborto más restrictivas.
Y no podríamos cerrar la columna sin mencionar la candidatura presidencial de Hillary Clinton en Estados Unidos, que logró captar la atención del mundo entero. Por algunos meses, se pensó que revertir siglos de patriarcado era posible. La sorpresiva respuesta de Angela Merkel frente a la crisis de refugiados y los resultados del Brexit, que generaron la designación de la nueva primera ministra Theresa May, sin duda ponen su sello sobre el 2016.
Y aunque no pretende ser una lista exhaustiva de sucesos, los mencionados arriba y las movilizaciones de las mujeres no podrían dejar de ser mencionados en mi última columna del año.
El asesinato de Berta Cáceres resaltó el contexto riesgoso en el que las defensoras de derechos humanos y la naturaleza realizan su trabajo, dejando en claro la necesidad de reconocer y proteger su labor. Dos grandes procesos sorprendieron a América Latina. El primero fue el proceso de “impeachment” iniciado contra Dilma Rousseff, que acabó con la destitución de la Presidenta, en lo que el movimiento feminista brasileño calificó como un golpe de Estado. Lo segundo fue el sorpresivo resultado del referendo de Colombia, que le dijo No al acuerdo de paz, a pesar del activo e incansable trabajo de los movimientos de mujeres en el proceso.
La movilización #NiUnaMenos, que inició en Argentina y recorrió la región por México, pasando por Chile, Uruguay, Perú y finalmente Bolivia, marcó tendencia este año, no solo porque mantuvo las redes sociales ocupadas y remozó la imagen de un movimiento de mujeres activo, sino porque logró convocar a una gran diversidad de expresiones a manifestarse en contra de la violencia machista. Otras iniciativas como el paro de mujeres buscaron llamar la atención sobre los feminicidios y, en algunos países del mundo como Islandia, sirvieron para concienciar sobre la persistente brecha salarial entre mujeres y hombres.
Los derechos sexuales y reproductivos también fueron motivo para una masiva movilización de mujeres que tomó las calles de Varsovia, logrando revertir la decisión del Gobierno polaco que pretendía prohibir totalmente el aborto, en uno de los países con las leyes de aborto más restrictivas.
Y no podríamos cerrar la columna sin mencionar la candidatura presidencial de Hillary Clinton en Estados Unidos, que logró captar la atención del mundo entero. Por algunos meses, se pensó que revertir siglos de patriarcado era posible. La sorpresiva respuesta de Angela Merkel frente a la crisis de refugiados y los resultados del Brexit, que generaron la designación de la nueva primera ministra Theresa May, sin duda ponen su sello sobre el 2016.
Y aunque no pretende ser una lista exhaustiva de sucesos, los mencionados arriba y las movilizaciones de las mujeres no podrían dejar de ser mencionados en mi última columna del año.