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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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El miedo “globalizado”

El miedo “globalizado”
Cuando llega fin de año, hay gente que no quiere viajar. Curioso. Se supone que los días que representan la agonía de un año y el inicio del siguiente debieran implicar grandes momentos emotivos por la posibilidad de abrazar a aquellos seres queridos que están en otro punto del planeta. Sin embargo, ya sea por motivos económicos porque los pasajes de avión suben o por razones de seguridad, muchos prefieren quedarse tranquilos en su ciudad.

Cuando usted viaja, ¿se siente más seguro o segura si lo hace en avión? Una nave rusa que se dirigía a Siria el día de Navidad con 92 personas a bordo se estrelló en las aguas del mar Negro, minutos después de despegar del aeropuerto del Sochi (sur de Rusia). En la aeronave, perteneciente al Ministerio de Defensa ruso, viajaban militares, nueve periodistas y 64 integrantes del coro y conjunto de danza Alexándrov, del Ejército ruso, que animarían la celebración de Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra.

En lo que va del año, este último accidente fue el de mayor magnitud. Hasta el sábado, habían fallecido 325 personas en 19 tragedias aéreas a lo largo del año, a las que hay que sumarles las del avión del Ejército ruso. El 7 de diciembre, un avión de la Pakistán International Airlines se estrelló con 47 pasajeros a bordo, a pocos minutos de despegar de la ciudad pakistaní de Chitral. No hubo sobrevivientes. El 28 de noviembre le ocurrió lo mismo a otro de la compañía boliviana LaMía. Murieron 71 personas: periodistas, jugadores y empleados del club brasileño de fútbol Chapecoense. Hubo seis sobrevivientes. En mayo fueron 66 las personas que murieron cuando el 19 de ese mes un avión de EygptAir cayó en el Mediterráneo. Rusia tuvo este año otro desastre protagonizado por un avión de pasajeros. Fue el 19 de marzo en el aeropuerto de Rostov de Don. Ese día, 62 personas perdieron la vida cuando un Boeing 738 de la compañía Flydubai se precipitó a tierra a casi 250 metros de la pista de aterrizaje.

Bueno, nos quedamos en casa y decidimos salir a bailar. ¿Dónde va usted? Al menos un muerto y cinco heridos dejó el fin de semana un tiroteo en un club nocturno en un suburbio de Nueva York. El suceso ocurrió en la madrugada en el club The Mansion de Mount Vernon, al norte de la ciudad de Nueva York. Le pidieron a un hombre que abandone el local. El sujeto reaccionó sacando una pistola y los disparos causaron la muerte de uno de los dueños del local. El agresor logró ser reducido por el personal de seguridad del club.

No, no viajo en avión ni voy a bailar. Me voy a la playa. El último domingo, el suelo tembló en Chile y acto seguido lanzaron una alerta de tsunami en regiones del sur, lo que obligó a los pobladores a buscar las alturas para protegerse. Naturalmente, muchos de ellos eran turistas que vacacionaban en las playas chilenas, a las que también acostumbran a ir miles de bolivianos a fin de año.

Estos son solo algunos ejemplos de la información “globalizada” que nos llega a todos los que la leemos, vemos o escuchamos diariamente y nos está ocasionando, casi sin darnos cuenta, un miedo también “global” a todo.

Y terminamos pensando a la larga que lo único que tenemos los seres humanos es el segundo, el minuto y con suerte el día. No sabemos qué pasará mañana. Quisiéramos pensar que todo estará bien; pero debemos aprender a vivir y valorar cada segundo. El resto es difícil de calibrarlo y digerirlo porque hoy nadie puede asegurar que está seguro en algún sitio. No.

Sea como fuere, este sentimiento continuo de inseguridad forma parte del mundo de hoy porque no solo se globalizó la economía, sino también el miedo. O vivimos con él o lo derrotamos y nos arriesgamos a salir. Tal parece que no tenemos más opciones.