Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 15:06

El desafío que afrontaremos durante el nuevo año

El desafío que afrontaremos durante el nuevo año
El año que concluye ha estado lleno de situaciones poco deseables para la población mundial en general, así como para la boliviana en particular. Los principales retos que nos llevamos como sociedad para el nuevo año que llega pasan por temas diversos como el medio ambiente, la seguridad ciudadana o la violencia intrafamiliar, entre otros.

En cuanto a los retos medioambientales, en Cochabamba se ha dicho mucho en esta última etapa del año, particularmente en lo referente al cambio climático, a la contaminación del aire, al manejo del recurso hídrico y el desastre de la laguna Alalay. En esta columna de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” hemos dedicado suficiente espacio para abordar esos problemas e invitar a la reflexión que nos permita construir una comunidad dispuesta a revertir aquellas situaciones que ponen en riesgo nuestro bienestar general. Pero, sin duda, hay otros temas, como el de la alarmante violencia hacia mujeres y niños, que la próxima gestión también merecerá mucho más análisis. Esperamos poder hacerlo desde nuestro naciente Instituto de Estudios para la Familia.

Como casa de educación superior al servicio de la sociedad boliviana, estamos comprometidos con la formación integral y el estudio de los problemas que nos aquejan. Y para ello estamos embarcados en la tarea de que nuestros profesionales obtengan las competencias necesarias para aportar al país con verdadera integridad. Y es que ninguna de estas reflexiones, análisis o estudios planteados en espacios oficiales, como el Foro Metropolitano del Agua, las comisiones técnicas para analizar la situación de la laguna, los recurrentes llamados de las instituciones públicas como privadas o las movilizaciones realizadas por ciudadanos desesperados o cansados de esta realidad podrán dar los resultados esperados si no incluimos un componente fundamental para hacer la diferencia, y este es el componente espiritual.

Paradójicamente, vivimos en una sociedad altamente “tecnologizada”, pero empobrecida al extremo en sus valores y, por lo tanto, incapaz de solucionar desde sus raíces estos temas que nos aquejan. Vemos con preocupación que la sociedad contemporánea ha puesto en el altar a la técnica presidida por la razón, y es desde esta racionalidad instrumental que se pretende resolver nuestros males, pero… la ciencia no vuelve buenas a las personas.

Nuestros males y por lo tanto nuestros retos para los años que vienen no son solo ambientales, de seguridad o de violencia; estos son solo los síntomas o las consecuencias del deterioro o la pérdida del verdadero sentido de la humanidad que es el amor al prójimo. Por lo tanto, las soluciones no van a venir única y exclusivamente por el desarrollo tecnológico o las discusiones académicas.

Es por ello que, desde la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, deseamos que, en esta Navidad, Dios hecho hombre vuelva a nacer en el corazón de cada uno de los bolivianos y nos dé la gracia de su amor para que, junto a la Virgen, estemos acompañados en el camino de la verdadera búsqueda de soluciones que tanto necesita el pueblo boliviano.