Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Congreso del MAS

Congreso del MAS
La sequía seguramente le dejó al Gobierno la enseñanza de que no es lo mismo gobernar en tiempos de vacas gordas que en épocas de vacas flacas o muertas. Cuando hay dinero, todo es más fácil y eso lo sabe el presidente Evo Morales.

Desde que se sentó en la silla presidencial, Morales tuvo la idea de que parte del éxito de su Gobierno estaría dado por la ejecución de muchos proyectos, y así lo hizo saber a los directores de medios de información durante un almuerzo. De hecho, durante los últimos 10 años estuvo en todo lado grande o pequeño entregando alguna obra que, efectivamente, tendría que contar con un proyecto de respaldo. Sin embargo, no se sabe si alguna vez alguien le hizo notar que los proyectos que no están estructurados en grandes estrategias que parten del diagnóstico de las necesidades más básicas poco o nada sirven.

Él sembró obras por todo lado. ¿Dieron frutos? El Gobierno debiera realizar esa evaluación porque cuando se ejecuta un proyecto, la tarea siguiente es monitorear su aplicación y/o uso y los beneficios y efectos de lo realizado.

En ese sentido, ojalá que en el Congreso del MAS que empezará hoy y terminará el sábado en Montero analicen cuánto han cosechado de lo sembrado y qué fallas hubo porque si el fin es solo reunir a siete mil personas para que estas avalen la “fórmula del éxito” que les lleve a un nuevo referendo para la repostulación del Presidente con el argumento de que miles lo pidieron (los que están en Montero), estaríamos solo frente a un show montado.

Sin embargo, si aún quedara la esperanza de que se debatan temas sensibles para la población, uno de ellos tendría que ser el de la dotación de agua potable para consumo humano y otro tipo de agua para riego. No debieran olvidar que tuvimos y aún tenemos en el país serios problemas con la dotación del líquido vital para la vida que no han sido aún resueltos del todo, menos si se piensa que esta problemática amenaza con continuar el próximo año, como el mismo Ministerio de Medio Ambiente y Agua lo ha admitido.

Ojo, el agua no es el único servicio que le falta a la población boliviana. No todos los barrios cuentan con luz eléctrica ni con otros servicios básicos en los que cualquier Gobierno debiera pensar primero antes que en hacer megaobras cuyo uso está en duda.

Y, claro, entonces debería surgir, casi inevitablemente, el tema de la capacidad demostrada por algunos ministros que fueron colocados en carteras estratégicas sin tener, siquiera, la profesión adecuada. ¿Será el MAS capaz de analizar este tema?, ¿el Presidente se animará a cambiarlos?

Algunas autoridades no solo nacionales, sino departamentales y hasta municipales incurrieron en negligencia. El Vicepresidente habló de la necesidad de hacer algunos “ajustes” en los ministerios, y otros como el procurador general del Estado, Héctor Arce, fueron más allá: "Es inadmisible que en una sociedad como la nuestra, después de todo lo que hemos avanzado en Bolivia con las leyes en materia de corrupción, sigamos viendo casos, como ha ocurrido aparentemente en algunas instituciones, que tienen que ver con el tráfico aéreo y la autorización de vuelos internacionales”. Se refería a la línea aérea LaMía que obtuvo un permiso de funcionamiento que no debió obtener y luego una autorización de vuelo que tampoco debieron darle, lo que al final terminó con la vida de 71 personas.

¿Tendrá hoy el MAS la voluntad de analizar de manera crítica las problemáticas clave del momento o se hará solo un show para volver a intentar abrir la puerta para la reelección de Evo Morales? Sea como fuere, lo cierto es que para cualquier posibilidad política futura, primero se debiera pensar en hacer bien las cosas en el presente.