Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 20:25

El amor en tiempos de transición

El amor en tiempos de transición
Édison y Yuli son dos guerrilleros del bloque Sur de las FARC. Hace siete meses decidieron formalizar su relación sentimental y se hicieron novios. Si bien el estatuto, el reglamento de régimen disciplinario y las normas internas de comando del grupo guerrillero no regulan explícitamente las relaciones sentimentales entre sus miembros, este tipo de concubinato sí requiere de permiso y aceptación por parte de los superiores.

Este 6 de diciembre comenzó el tránsito de las FARC a las zonas veredales. Desde el pasado jueves, el Gobierno y el grupo insurgente establecieron el denominado Día D, momento transitorio para concretar, en máximo 180 días, el proceso de dejación de armas de todos los guerrilleros. Édison y Yuli desean que todo salga bien. Tienen planes para el futuro, saben que el camino recorrido para volver a la vida civil no ha sido fácil. Sienten nervios por lo que viene más adelante, pero reconocen que lo único que no cambiará de ellos a partir de ahora es el amor que se tienen.

“¿Qué la enamoró de ella?”, le pregunto a Édison. “Las cualidades que tiene ella”, me responde. “Es buena persona, muy sensible y atenta con todo el mundo. Porque es que ella no tiene esas cosas de ‘yo soy más bueno con fulano o con zutano’, no. Ella es buena con todos y a todos les presta la misma atención. Es recochera y risueña, le gusta mucho la diversión. En general me llamó la atención su forma de ser. Nunca pensé que ella quisiera estar conmigo, como era tan especial con todos, yo pensaba que no se fijaría en mí, pero ya ve, sí me puso atención”. (...)

“¿Recuerda cómo fue esa declaración de amor?”, pregunto. “Normal, nosotros nos pusimos a hablar y yo le dije todas las cosas que sentía por ella. Entonces le propuse que fuéramos novios. Lo raro fue que no me dio la respuesta en el mismo día. Porque son decisiones que uno debe tomar en serio. Porque es de responsabilidad. Aquí en las FARC no se toma obligatoriamente a nadie en estos temas, aquí cada quien hace con su pareja lo que quiera, con respeto y decencia”.

“¿Y qué la llevó a aceptar a Édison?”, le pregunto ahora a ella. “Pues mire que lo pensé mucho. Uno debe tomarse su tiempo para establecer una relación. Yo no quería que de pronto pasaran las cosas así como pasajeramente, como sin mucho compromiso. Lo que más me gustó de él, fue que me propuso las cosas de frente, sin rodeos y sin nada, como debe ser”. (...)

“¿Qué viene ahora para su relación?”, les pregunto a ambos en medio de las próximas movilizaciones. “Lo que pasa ahorita es afianzar el partido. Convertirnos en el movimiento político que queremos. Después buscar las condiciones para tener, de pronto, un hijo. Formar una familia. Comunicarnos con nuestras familias, porque hace tiempo que no sabemos nada de ellas”. (...)

Por el momento, Yuli y Édison cumplirán, junto a su grupo guerrillero, todo lo que está establecido en el Acuerdo. Es decir, cinco días después del Día D, las FARC deben movilizarse hacia las zonas previamente acordadas, a las que tienen que entrar hasta el Día D+30. Ellos desean que en esos espacios existan las condiciones óptimas, esto quiere decir, condiciones de vivienda, abastecimiento de alimentos, intendencia y salud. En el fondo saben que el paso que están por dar, será uno más en sus planes de seguir juntos como pareja, pero esta vez intentando dar lo mejor de sí mismos para una sociedad que los seguirá esperando.