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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Johan Alexis es el “ángel” que guió a rescatistas

Johan Alexis es el “ángel” que guió a rescatistas
Después de que desapareciera el niño que guió a los rescatistas hacia el primer sobreviviente del avión de LaMia siniestrada, se dijo que se había tratado de un “ángel” que bajó a ayudar. Pero no,  era un niño real

Luego de tres días en los que prácticamente su labor se convirtió en una leyenda sobrehumana, apareció

Este pequeño héroe se llama Johan Alexis Ramírez y, aunque es de contextura pequeña, tiene 15 años. De cara aniñada,  pero de gran espíritu, Johan demostró un gran ímpetu a la hora de ayudar, ya que parecía experimentado y decidido. De acuerdo con su relato, el avión de LaMia se estrelló a las 9:54, y el estruendo del contacto con la tierra lo sobresaltó. Se encontraba semidormido y en la cama cuando ocurrió el impacto. Escuchó en la tele qué había pasado y decidió salir a caminar. Su rancho está a cuatro minutos de la zona de la tragedia, según una  publicación de El Colombiano (Medellín)

Dijo que a los pocos metros ya escuchaba gritos y que eran pocos los rescatistas y bomberos. "Gritaban que a un lado había uno, que allí estaba el otro. Comenzaron a sacar a los heridos, pero estaban abriendo trocha hacia el morro y así era muy demorado, así que les dijimos que había un camino más fácil y rápido"

Conocedores como pocos de las montañas de Antioquía, Johan y su padre guiaron a los socorristas. Entre tomates, porotos y arvejas, así fue como sacaron primero a Alan Ruschel, quien pudo salvarse. "Ya estaban saliendo con él y le dije a un bombero que era como uno de los jefes, que yo conocía el camino. Los acompañé y me vine corriendo donde estaban los policías a decirles que teníamos a uno de los heridos en la carretera. Ya había un viaje de autos que habían llegado al lugar", continuó relatando el adolescente. Además de a Ruschel, Johan también participó del salvataje del arquero Jackson Follmann. "Cuando iba subiendo para ayudar a otro, mi papá venía bajando con otro grupo. Hubo uno al que cargamos unos diez o quince metros, pero murió, no alcanzó a llegar a la carretera"

Johan expresó sus sensaciones por el momento que vivió y que jamás olvidará. "Estaba muy cansado, pero no pude dormir. Sin embargo, me dio mucha satisfacción ayudar a salvar vidas y nunca lo hice para ir a buscar objetos materiales".