Bruno Goytia Gómez (18 años), hijo del capitán fallecido de LaMia (Ovar Goytia), explicó que él realizó varios viajes junto a su padre a diferentes ciudades de Colombia y recordó que la aeronave se reabastecía de combustible en la ciudad de Cobija, Pando o Bogotá, antes de continuar su ruta de destino final.

“Tuve la posibilidad de acompañar a mi papá en diferentes viajes. Siempre cargaba combustible en la ciudad de Cobija antes de seguir con el viaje”, según una entrevista del portal Diez.bo.

Bruno informó que el aeropuerto de Cobija “no tiene luces y no puede operar de noche, por eso no podían recargar”.

Asimismo, se informó que el piloto pandino Miguel Quiroga era uno de los propietarios de la empresa boliviana que ofrecía sus servicios a los clubes y selecciones nacionales de fútbol en Bolivia y Sudamérica.

AZAFATA Ximena Suárez, la azafata de la aerolínea boliviana LaMia, amplió la versión que señala que el avión cayó por no ser adecuado para distancias largas.

“El avión sí es limitado para esa ruta. Yo volaba un RJ100, muy parecido, para SAM en los años noventa. No se trata en todo caso de una aeronave anticuada, cuenta con todos los sistemas. Pero las siglas RJ representan Regional Jet, es decir que es para rutas cortas, generalmente locales, de dos horas”.

Asimismo la tripulante de la aeronave aseguró que “la operación del avión fue prolongada hasta su límite y de una forma indebida”, asegurando el riesgo que tomó el piloto del avión en un viaje de esas características.