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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Silla de ruedas se mueve con los ojos

Silla de ruedas se mueve con los ojos



Era solo una tarea, pero por su complejidad se debía trabajarla durante todo el semestre. El objetivo era crear un proyecto enfocado en el mejoramiento de la calidad de vida de adultos mayores, a través de lo que habían aprendido en su carrera de ingeniería electrónica. De ahí en adelante, lo que se les ocurriera; estaba en sus manos.

Después de una larga investigación, Jorge Neira, Wálter Marín y Julián García se dieron cuenta de que, más bien, estaba en sus ojos. Estos tres estudiantes de la Universidad Central de Colombia crearon una silla de ruedas que se controla con el movimiento de los ojos. Al levantar la mirada, se mueve hacia adelante. Al bajarla, el vehículo retrocede. Y al mirar para los lados, gira hacia la izquierda o la derecha.

El proyecto, explicó Neira a elespectador.com, se basa en la electrooculografía, una técnica biomédica que recoge las alteraciones que producen los movimientos del ojo.

“Todos los seres humanos somos un circuito eléctrico. Cuando un músculo se mueve, emite pequeños voltajes, que se convierten en señales”, dijo.

Lo que hicieron los tres estudiantes fue analizar esas señales para hallar la forma de captarlas y amplificarlas. Luego, filtraron la onda producida por el movimiento, para limpiarle los ruidos, y la transformaron en un número: hacia arriba es el uno; hacia abajo, el dos; hacia la izquierda, el tres, y hacia la derecha, el cuatro. Esta información numérica se envía por Bluetooth al centro de control de los motores de la silla, que finalmente capta el comando y se mueve en la dirección que los ojos le pida.

Aunque lograron cumplir con su trabajo del semestre, los tres jóvenes querían ahondar más en la idea, debido a su impacto social, y por eso la convirtieron en su tesis de pregrado.

William Moscoso, su tutor de tesis, considera que el siguiente paso es seguir desarrollando este prototipo y validarlo con las personas en situación de discapacidad. Cree que próximamente podría comercializarse, pero para eso se necesita un impulso económico que les ayude con su mejoramiento, pues faltan sensores de proximidad, un sistema de control remoto, un acondicionamiento para evitar interferencias en las señales, entre otros detalles que podrían poner a funcionar esta máquina, que hoy es un gran avance para la bioingeniería, un campo que apenas toma impulso en el país.