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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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OJO DE  VIDRIO

El viejo Centro de Salud

El viejo Centro de Salud
Este domingo monté mi bicicleta para dirigirme a La Cancha por la Nataniel Aguirre. Pasando la Aroma, mi punto de referencia era el viejo y querido Centro de Salud, donde había ido de niño y también para hacerme vacunar contra la fiebre amarilla. Pero pasé la esquina consabida y no lo encontré: era la Nataniel Aguirre esquina Montes, una casa blanca de un piso, donde esperaba turno gente de extracción popular que habita esa zona populosa.

Me fijo y, en lugar del viejo edificio, hay uno enorme que se llama Hospital Cochabamba y tiene una sección de niños. La puerta estaba abierta y numerosos pacientes esperaban su turno aquel domingo por la tarde. ¿Qué se había hecho de mi viejo Centro de Salud? Un hospital que casi no alcanza a cubrir la cámara de mi celular.

Los martes escribo en este matutino, gracias al aprecio y la buena voluntad de la directora y de otros buenos amigos, pero ahora que he sido echado de otro matutino local luego de 30 años de rajarme el lomo para servirlos, me desquito en las redes sociales. No escribo sobre mí, salvo excepciones alegres y dolorosas, sino trato de reflexionar sobre lo que nos pasa. Quizás por eso mis artículos merecen muchos comentarios, unos juiciosos, otros llenos de insultos, y otros que practican un deporte de clase media: el ninguneo. Ramón, me dicen, cada mañana los pacientes deben madrugar a las 4 de la mañana para conseguir ficha, porque “este Gobierno” no ha hecho “nada” por la salud. No sabe este señor cómo lo entiendo: quizá él nunca ha ido al viejo Centro de Salud, ni siquiera a vacunarse, pues para eso están las clínicas privadas; aunque se hayan vuelto un negocio, como los laboratorios y los centros de rayos x, tomografía y resonancia magnética, inversiones caras de los dueños de esos aparatos costosos, que no se distinguen en nada de otras inversiones en fábricas, inmuebles, agricultura intensiva u otros. Esos médicos no consideran la profesión como un servicio, sino como un negocio. Este señor que dice que “este Gobierno” no ha hecho “nada”, no recibe el seguro universal de salud y si le duele la muela o el hígado, prefiere recurrir a la medicina privada, que es costosa pero está a su nivel. El Hospital Cochabamba ha sido construido en el corazón de una zona populosa, donde los pitucos no se animan a entrar ni a comprar, porque para ellos se han inventado los supermercados y los malls.

“Este Gobierno no ha hecho nada por el deporte”… salvo el financiamiento de los Juegos Deportivos Plurinacionales, que movilizan cada año a más de 10 mil estudiantes de provincia. Pero no hay ojos para este, ¿no ve?