El “center field” (jardinero central) número uno del béisbol sudamericano es nada más ni nada menos que un boliviano.

Se llama Brian Sossa, el muchacho de 21 años que hace una semana fue sorprendido en la provincia de Buenos Aires, Argentina, con dicha distinción. Aquella vez, la noticia llegó de pronto y lo encontró sin posibilidad de reacción. Oír su nombre le causó orgullo al cochabambino, que es rápido, activo y solidario en la cancha.

La carta de presentación personal de Brian no requiere ribetes que la adornen. Se justifica por sí misma: En el 2013, participó en los Juegos Bolivarianos Trujillo, Perú, luego de dar el gran salto dentro de su carrera deportiva con su inclusión temprana en el combinado de la Tricolor.

Tenía solo 18 años y ya estaba listo para el reto.

Ahora, con 21 y una experiencia de 144 meses en el béisbol (comenzó a los 9 años), pretende lograr la transición y pasar de jugador amateur a uno con fichaje, uno de peso.

“Quisiera llegar al béisbol profesional”, cuenta.

Dos premios Kanata (en 2009 y 2012), haber sido selección Cochabamba desde la Sub 9 hasta la categoría de “consagración”, Mayores; y haber competido en el Sudamericano de Chile son algunas de las fichas que saca, de a poco y tímidamente, el que estudia ingeniería comercial en la Universidad Central (Unicen).

En suelo porteño, la selección masculina nacional no tuvo el resultado soñado. De todos modos, la idea inicial del equipo era sumar experiencia y compartir con pares de Brasil y Argentina. Desde ese ángulo, el logro estaba servido para los beisbolistas bolivianos.

“Al país le falta mucho para mejorar. Se necesita entrenamiento. Otras naciones tienen jugadores profesionales que son pagados o fichados en un equipo grande. Hay que trabajar y entrenar para llegar a ese nivel”, analiza, el mismo que se alista para cerrar el año con el Campeonato Nacional Mayores, que se llevará a cabo en Cochabamba el mes siguiente.

Con respecto al momento en que recibió el galardón, rememora: “Estábamos en la premiación. Ahí se encontraban los jugadores más destacados. No me lo esperaba. Es un orgullo para mí y para el país. Todo sucedió en un estadio que está al lado de las canchas de Ezeiza, donde entrena la selección argentina”.

Se inició en el béisbol gracias a una prima que lo incentivó a practicar. “Comencé porque mi prima ya jugaba. Ella me llevaba a verla. De esa manera me gustó y me puse a entrenar. Pienso que para enfrentar unos Juegos Olímpicos hay que practicar demasiado. Nos falta mucho por hacer”, cierra.

Sobre sus características en el juego, dice: “Soy rápido, me gusta estar en todo lado y ayudar a todos dentro del campo”.