Esfuerzo, seriedad y humildad son algunos de los valores que la cochabambina Lucía Sotomayor tiene siempre en cuenta al momento de practicar y competir en el atletismo, cuestión que la coloca como una de las promesas del deporte local.  

Desde pequeña tomó las cosas en serio, y una de ellas fue convertirse en la nueva revelación del atletismo cochabambino y, por el momento, va encaminada a conseguirlo.

La qhochala se convirtió en una de las referentes en la prueba de los 400 metros lisos, tras conseguir varias medallas de oro en distintos torneos nacionales.

La valluna nació el 10 de enero de 2000. Seis años después tomó interés en practicar un deporte, por lo que sus padres (Omar y Ruth) la incentivaron a que pueda mostrarse en el deporte de velocidad.

Con respecto a su primera carrera, la atleta recuerda que fue algo “que no olvidará”, puesto que la marcó como persona y como deportista.

“Era tan chiquita cuando realicé mi primera carrera. Me sentía muy nerviosa porque aparte de mi corta edad y de que era el primer torneo oficial en el que participé, fue en un certamen nacional que se desarrolló en La Paz. En ese entonces me fue bien y adquirí confianza en mí misma. Eso me ayudó bastante”, sostuvo la adolescente, quien rescata el gran apoyo y el consuelo que sus padres le dan en cada uno de los torneos en los que participa.

Desde aquella vez, Sotomayor comenzó a madurar mentalmente y empezó a encarar con mayor importancia cada una de sus participaciones, puesto que tomó a este deporte como “su pasión”.

“El atletismo es todo para mí. La verdad no se qué haría si estuviera días sin entrenar y competir. Me sentiría muy vacía”, dijo.

La atleta ahora participa, por tercera vez, en los Juegos Estudiantiles Plurinacionales, nivel secundario, en representación del colegio Don Bosco, que se desarrollan desde el sábado en el Trópico de Cochabamba.