Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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NOESIS

“Yo le meto no más” (I)

“Yo le meto no más” (I)
Nada dura para siempre. Los actuales gobernantes tienen que empezar a tomarlo muy en cuenta, porque sus violaciones de las normas, pero ante todo de la Constitución Política (CPE), son varias y, a no dudar, deberán rendir cuentas algún rato. Eso de “Yo le meto no más” es folclórico, pero, aplicado a la gestión pública, es catastrófico. Estamos viendo sus desastrosos impactos en la realidad nacional en todos los aspectos. Gracias al apoyo de la doctora Alejandra Prado, hacemos una breve relación de las violaciones de la CPE aprobada el 2009.

La primera disposición transitoria, inciso II, señala: “Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”. Los magnates mandaron al Tribunal Constitucional a que haga una interpretación, y este, sumiso al poder y no a la CPE, interpretó que tenían que meterle no más los periodos que quieran.

Esto sí que es grave. El artículo 320-III dice: “Las relaciones económicas con estados o empresas extranjeras se realizarán en condiciones de independencia, respeto mutuo y equidad. No se podrá otorgar a Estados o empresas extranjeras condiciones más beneficiosas que las establecidas para los bolivianos”. La parte IV dice: “El Estado es independiente en todas las decisiones de política económica interna, y no aceptará imposiciones ni condicionamientos sobre esta política por parte de estados, bancos o instituciones financieras bolivianas o extranjeras, entidades multilaterales ni empresas transnacionales”. En marzo de este año, el gran maestre de las luchas antiimperialistas, el vicepresidente Álvaro García Linera, admitió que los créditos externos que otorgan algunos países a Bolivia, entre ellos China, "vienen amarrados” a empresas de esas naciones, algunas veces de manera específica, señalando la compañía. En otros casos, hay que seleccionar de un abanico de empresas. Añadió que solo en el caso de los préstamos que conceden los organismos multilaterales, como la CAF o el Banco Mundial, se puede lanzar una licitación internacional para adjudicar un proyecto, porque esos créditos permiten la libre disponibilidad. ¿No es para tener miedo y vergüenza? Estamos amarrados a los chinos porque lo que les importa es que el dinero (10 mil millones de deuda) siga fluyendo para despilfarrar en sus propios sueños imperiales de hormiga. La patria es un discurso, la billetera llena es la realidad. “Ahora nos toca”. El futuro qué nos importa”, parece que piensan.