El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, clausuró ayer la Conferencia Hábitat III de la Oganización de Naciones Unidas (ONU), que tuvo lugar en Quito desde el pasado lunes y que elaboró una Nueva Agenda Urbana para los próximos 20 años.

El Mandatario calificó como un "gran éxito" el encuentro de Naciones Unidas en Quito, que congregó a más de 35.000 personas de 167 países de todo el mundo.

Las autoridades asistentes al evento acordaron garantizar "el derecho a la ciudad para todos, con el fin de que sus habitantes puedan ocupar, usar y producir, en un entorno seguro, libre y sostenible". Otras resoluciones buscan alertar y prevenir sobre la especulación de la tierra y la plusvalía ilegítima.

Correa dijo que la agenda también aborda conclusiones sobre como afrontar eventos adversos naturales o causados por el ser humano, así como consideraciones para alcanzar el "acceso pleno a la ciudad de personas con discapacidades". Asimismo, se refirió al derecho de proteger la integridad de los refugiados y recordó que Ecuador es el país que más personas con ese estatus ha acogido en toda América Latina y aseguró que ellos, en su mayoría colombianos que han huido por el conflicto en su país, se encuentran plenamente integrados a la sociedad ecuatoriana.

Correa enfatizó en el objetivo de generar ciudades con economías sostenibles e integradoras, que guarden una estrecha "armonía con la naturaleza", así como redoblar esfuerzos por incrementar el uso de energías limpias y la adaptación de las urbes al cambio climático. La adopción de estilos de vida saludables para los ciudadanos, así como de patrones de consumo y producción sostenibles, también son objetivos de la nueva agenda, agregó.

Hábitat III se ha convertido en un hito "para renovar nuestra esperanza en un mundo mejor", concluyó el Mandatario.

Salud

La adopción de estilos de vida saludables para los ciudadanos está entre los objetivos de la nueva agenda.