Gran parte de las aplicaciones educativas de las modernas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) se apoya en estándares internacionales para la distribución de contenidos audiovisuales. Sin embargo, no todos los docentes e instituciones educativas poseen los recursos y conocimientos necesarios para el adecuado aprovechamiento de tecnologías para la generación de material educativo en audio y video.

Una tecnología por sí misma no es la solución para los retos que impone la distribución de contenidos educativos. De igual manera, la tecnología sin contenidos de poco sirve. Sin embargo, las instituciones de educación superior en Bolivia están realizando esfuerzos considerables en los últimos años para inducir, tanto a docentes como a estudiantes, al uso de las TIC en el aula y más allá del campus.

Es claro que una institución requeriría de mucho más tiempo para la publicación de materiales sobre uno o más cursos, si se compara el caso con uno de colaboración entre pares. Gracias a las TIC, ahora es posible compartir contenidos más allá de las instalaciones, llegando a grupos de interés no solo de usuarios, sino también de colaboración y producción. Por ello es importante explotar en su máxima medida herramientas colaborativas como los foros de discusión, correo electrónico o portales de administración de contenido (CMS) orientados al trabajo entre comunidades.

El cambio tecnológico es permanente y, mientras algunas entidades apenas están en la puesta en marcha de la educación online, otras ya disponen de herramientas para compartir contenidos en redes wifi hacia los estudiantes.

De lo anterior se concluye que, además de la selección de los contenidos que más rápidamente permitan a la institución posicionarse en el ámbito de la educación online, se necesita definir qué tecnología o tecnologías se usarán para cada aplicación.

Basta con identificar los recursos disponibles, la tecnología al alcance de docentes y estudiantes, para determinar si se debe dar prioridad a la generación y distribución de contenidos en demanda o desarrollar contenidos multimedia. No existe una relación directamente proporcional de costo y beneficio. Por el contrario, es la combinación efectiva de tecnologías, recursos y estándares la que da a cada necesidad una mejor solución.