El mes aniversario de la Llajta termina y se lleva tres promesas hechas por el alcalde de Cochabamba, José María Leyes: una nueva estructura tarifaria para el agua potable, un Plan de Desarrollo Quinquenal y la distribución del líquido a los barrios más necesitados en 10 cisternas que fueron entregados el 11 de agosto.

El miércoles, el presidente del directorio de Semapa, Sergio Coca, y el presidente del Concejo Municipal de Cochabamba, Edgar Gainza, coincidieron en señalar que el tema del agua está siendo polítizado.

La falta de líquido se siente con mayor fuerza con el paso de los días. Ni los 74 mil usuarios que tiene la empresa municipal reciben un adecuado servicio, muchos menos los miles de vecinos, principalmente de la zona sur que tienen que comprar el líquido de carros cisternas a siete, ocho o más bolivianos.

Ayer, el malestar de los cochabambinos fue exteriorizado una vez más, cuando un grupo irrumpió en las instalaciones de Semapa, donde el directorio en pleno revisaba la Ley 166 del Plan de Emergencia, que permitirá realizar acciones destinadas a proveer de agua a los más necesitados de toda la ciudad.

Como sucede todos los años, las autoridades municipales, departamentales y nacionales suelen anunciar una serie de obras, normas legales y otros, para celebrar la efeméride. Este 2016 no fue la excepción. Desde el presidente del Estado, Evo Morales, hasta el Alcalde se esforzaron por demostrar su “cariño” a Cochabamba.

Considerando que uno de los mayores problemas que está soportando el departamento es la falta de agua, los “regalos” estaban orientados a esa temática.

El 19 de julio, el Alcalde instruyó al Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) que tenga lista la propuesta de una nueva estructura tarifaria, antes del 14 de septiembre. En esa oportunidad, Leyes dijo “debemos tener una tarifa realmente básica. Si hay un mayor consumo que los usuarios paguen en la misma proporción”. Instruyó que sea considerada una tarifa solidaria y que los parámetros para pagar por ese primordial servicio sean en base al consumo y no al tipo de vivienda, como sucede actualmente.

También prometió tener listo un Plan de Desarrolló Quinquenal para Semapa y ponerlo a disposición de los qochalas.

Tanto el Plan como la estructura tarifaria son elaborados por la Asociación Nacional de Empresas Prestadoras de Servicio de Agua. El gerente de Semapa, Gamal Serhan, asegura que las tres propuestas de las nuevas tarifas aún son socializadas con dirigentes de los 14 distritos de la ciudad, pero, hasta ahora, nadie puede certificar eso.

En relación al Plan Quinquenal, dice que contractualmente la consultora tiene hasta el 30 de octubre para presentar la propuesta a la empresa municipal.

Los dos ofrecimientos de Leyes son exigidos por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS) desde hace más de un año.

La Autoridad del Agua cuestiona las actuales tarifas porque tienen más de tres años de antigüedad y los parámetros para fijarlas no responden al consumo del usuario, sino al tipo de vivienda que tiene.

PROCESO El anuncio del Alcalde de tener la nueva estructura tarifaria y el Plan de Desarrollo Quinquenal para el aniversario de Cochabamba sorprendió a los profesionales y técnicos entendidos en agua, porque la reguladora exige que ambos planteamientos tengan respaldo técnico, económico y social. Todas las organizaciones sociales de la ciudad deben dar su visto bueno. Pero, además, los acuerdos deben estar refrendados en documentos. Por lo tanto, es una tarea que demanda tiempo.

El director ejecutivo de la AAPS, Benecio Quispe, dijo a OPINIÓN que era imposible que la Alcaldía tenga listos los dos planteamientos en septiembre.

AGUA PARA EL SUR El 11 de agosto, cuando el Alcalde entregó los 10 carros cisterna a Cochabamba y anunció la entrega de agua a los barrios de la zona sur, los vecinos mostraron su satisfacción porque al fin tendrían el líquido a menos precio y de forma continúa. Ese día, la autoridad indicó que los cisterna llegarían a los hogares el 21. El gerente de Semapa, incluso, declaró que por el mes aniversario, el líquido sería entregado de forma gratuita, pero que luego tendría un costo mínimo. Luego, se conoció que la Alcaldía no podía vender agua, aunque el cobro de tres bolivianos por turril (200 litros) solo serviría para cubrir los costos operativos (pago de chofer, combustible y otros), por lo tanto, esa tarea la tenía que realizar la empresa municipal descentralizada, pero necesitaba una Resolución Ejecutiva que respalde ese trabajo, pero no se concretó ese trámite. Mientras tanto, los vecinos continúan dependiendo de los cisterneros que, al ver la necesidad de agua y la creciente demanda, se dan el lujo de definir las zonas de la ciudad a las que llevan ese servicio. Prefieren vender a las zonas central y norte en desmedro de centenares de familias que tienen que hacer peripecias para que un turril les alcance para una o dos semanas.

Se organizan

Los vecinos de la zona sur se están organizando y prevén dar vida a la Coordinadora del Agua para que sus demandas sean escuchadas.

35

Cooperativas y comités

En la ciudad hay 35 cooperativas y comités de agua que prestan el servicio a las familias que no tienen red de Semapa. Están distribuidas en diferentes zonas de la ciudad, cobran de uno a seis bolivianos cada metro cúbico de agua (1.000 litros).