Los cisterneros tienen que vender el turril (200 litros) a 7 bolivianos. El precio es único y para todas las zonas de la ciudad.

La Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), aprobó, el 5 de septiembre, la Resolución Administrativa Nro. 190/2016 que también señala que el precio que deben pagar los aguateros a los dueños de las fuentes de líquido es de 40 bolivianos por cada cisterna de 13 mil litros.

El artículo cuarto de la disposición dice que no es admisible ningún incremento a las tarifas establecidas en la norma.

Actualmente, los más de 260 cisterneros cobran entre siete y nueve bolivianos el turril. Hasta mayo, el precio era seis bolivianos. Lo más preocupante es que debido a la alta demanda que tienen para vender en las viviendas de las zonas central y norte, pocos van a la parte sur de la ciudad. Un ejemplo es lo que sucede con los vecinos de La Frontera, barrio ubicado cerca al municipio de Santiváñez, a 30 kilómetros del Casco Viejo, donde los cisternas llegan cada cuatro días. Ahí, las familias pagan ocho bolivianos por 200 litros.

En Cochabamba, solo 74 mil familias reciben agua del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa), el resto se provee de 35 cooperativas y comités de agua y de carros cisterna.

Hace más de un mes, la Alcaldía de Cercado compró 10 cisternas para llevar agua a los barrios más alejados de la ciudad, pero, hasta ahora, no lo hace porque falta una Resolución Ejecutiva que autorice a la empresa municipal descentralizada hacerse cargo de esa tarea. Se conoce que el precio del turril sería vendido en tres bolivianos.

ACUERDO El dirigente de los dueños de fuentes de agua José Herbas manifestó que los 45 asociados están de acuerdo con el precio establecido por la Autoridad del Agua. Es más, argumentó que es lo que cobran desde hace tiempo, pese a que algunas fuentes bajaron su caudal por la sequía.

OPINIÓN buscó al dirigente de los dueños de carros cisterna Alfredo Paniagua, pero tenía apagado su celular. Sin embargo, en una entrevista del 2 de septiembre, afirmó que no van permitir ningún tipo de regulación en los precios porque consideran que “no hay una norma que regule esa actividad y existe el libre mercado en el país”.



BUENAS GANANCIAS Si bien es cierto que la AAPS determinó regular la venta de agua en cisternas, está claro que los vendedores de agua continuarán recibiendo buenas ganancias.

Si los dueños de las fuentes venden a 40 bolivianos cada carro cisterna de 13 mil litros, los aguateros tienen 75 turriles de 200 litros para venderlos a siete bolivianos cada uno. Recibirían 525 bolivianos, si le descuentan los 40 quedan con una ganancia de 485. Haciendo la misma operación matemática con un carro de 10 mil litros, se vería que tienen 50 turriles para vender. Ahí ganarían 310 en cada viaje. Al día realizan un promedio de cuatro viajes a diferentes zonas de la ciudad. Los cisterneros prefieren hacer contratos para vender todo el líquido que cargan. Es más, cobran por los 10 o 15 mil litros, aunque los vecinos solo tengan tanques de 10, cinco o menos capacidad de almacenaje.

CALIDAD Y PRECIO La Autoridad del Agua también instruyó a Semapa que se encargue del control de calidad, precio y distribución de los aguateros.

Le conminó a realizar un catastro y registro de las fuentes de agua, y le exigió que dentro de 30 días eleve un informe sobre las acciones desplegadas.