Con 29 años de trayectoria, el Festival Boliviano se corona como la actividad cultural más grande e importante de los residentes en Estados Unidos. Más de 3.500 bailarines agrupados en 39 fraternidades lo convierten en el único espectáculo que logra superar los 8 mil espectadores.

La celebración se realizó el domingo 4 de septiembre en Prince William County Fairgrounds del estado de Virginia, donde además se instalaron numerosas carpas ofreciendo artesanías, recuerdos, platos típicos y productos nostálgicos desde Bolivia.

Diecisiete fraternidades agrupadas en el Comité Pro Bolivia dan vida a este festejo que congrega no solo a bolivianos sino a bailarines de diferentes continentes, que cautivados por la riqueza cultural del país se suman a los ensayos y la entrada folclórica.

“Muchas veces los niños, hijos de bolivianos, presentan algún baile originario en sus escuelas, los maestros y padres de otros niños ven y también quieren participar”, dijo la directora de Finanzas del Comité Pro Bolivia, Grisel Tórrez.

Son tantos años que miles de bolivianos salieron del país y nunca más volvieron, pero mantienen vivas las tradiciones a fin de que sus hijos no olviden sus raíces. “Más del 50 por ciento  de los bailarines es hijo de bolivianos nacido en Estados Unidos, muchos de ellos nunca han viajado a Bolivia”, dijo Tórrez.

La celebración inicia el sábado con un convite y continúa el domingo con la entrada folclórica. El evento, es además una oportunidad para que residentes lleguen desde otros estados para aprovisionarse de productos de la gastronomía nacional que solo llegan a Virginia, como el chuño, locoto, papalisa, charque y otros.

Fraternos y músicos al 100 por ciento  

La nostalgia por la tierra natal hizo posible que el Festival Boliviano tenga bailarines y músicos 100 por ciento creados en Estados Unidos, según destacó el presidente del Comité Pro Bolivia, José Quiroz.

Las 39 fraternidades que participan en la entrada fueron creadas por migrantes. Fue inevitable que otros amantes de lo boliviano se sumen a este festejo; tal es el caso de George Newcomb, el fotógrafo aficionado que cada año toma las mejores postales del festival de manera gratuita y es conocido por todos como “un boliviano más”.

En relación a la música, desde hace dos años fue creada la banda folclórica, Bolivia Unida.

Carencias que dificultan y limitan hacer más grande al festejo

Una de las principales limitaciones y restricciones por las que el Festival Boliviano aún no es más grande son los permisos, ya que la concentración de gente debe desaparecer, máximo, a las 20:00 horas.

Entonces, el Festival inicia a las 10 de la mañana, porque tampoco pueden hacerlo antes, y por ende, el recorrido tampoco puede extenderse.

“Cada grupo hace su entrada por un recorrido que dura al menos 45 minutos, según informó el presidente del Comité Pro Bolivia, José Quiroz.

Al ser el Prince William County Fairgrounds fundamentalmente un área verde, no existen los espacios suficientes y adecuados para que los bailarines puedan descansar o cambiarse los trajes.

“Con la temperatura acá -30º a 36ºC- solo hay dos salones con aire acondicionado, el resto de los fraternos lo hace en establos o espacios no muy apropiados”, citó la tesorera del Comité Pro Bolivia, Grisel Tórrez. Piden que el Gobierno a través de sus diplomáticos puedan ayudarlos en esta y otras necesidades, como el traslado de trajes desde Bolivia y la contratación de bandas de música, entre otros.