La antorcha de los Juegos Paralímpicos pasó ayer por la avenida Paulista de Sao Paulo, conocida como el "corazón financiero" de Brasil, sin que se produjera ningún incidente pese al temor de que una protesta de carácter político, convocada en el mismo lugar, pudiera interferir en su recorrido.

En su trayecto por la principal arteria de la ciudad, la deportista con la antorcha fue saludada por numerosos ciudadanos que se acercaron a presenciar el acontecimiento, así como por un pequeño grupo de personas que portaban carteles contra el nuevo Gobierno y que se comenzaba a concentrar para una manifestación.

Ante la posibilidad de que el acto pudiera verse afectado por una concentración en contra del presidente Michel Temer, quien asumió el cargo el pasado miércoles en sustitución de la destituida Dilma Rousseff, las autoridades de la mayor ciudad brasileña optaron, en un principio, por no autorizar ninguna protesta para el pasado domingo.

Sin embargo, finalmente, la Alcaldía optó por permitir que los ciudadanos contrarios al actual Ejecutivo pudieran concentrarse en la céntrica avenida, tal y como vienen haciendo desde que Temer asumiera el cargo de manera definitiva, siempre que la concentración comenzara horas después del paso de la antorcha.

En su recorrido por la avenida Paulista, la llama fue portada, entre otros, por el judoca Rafael Silva, quien ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016.