La diversidad de pisos ecológicos en el departamento ha hecho de Cochabamba un lugar de interminables destinos turísticos. Solo en el último año, la Dirección de Culturas y Turismo ha sistematizado información e identificado más de 300 sitios con un alto potencial turístico poco explotado, según informó el titular de esta cartera, Uvaldo Romero.

Estos destinos muestran una diversidad amplia de atractivos, desde importantes yacimientos arqueológicos hasta fiestas rituales, rutas gastronómicas e impresionantes vergeles con especies endémicas (que solo habitan en esa región).

Se encuentran destinos rurales que presentan importantes representaciones culturales como danzas, costumbres, creencias y otras que solo son apreciadas en fiestas patronales.

La belleza de los paisajes, expresada en lagunas, cascadas, formaciones rocosas y montañas, entre otros, son parte de esta diversidad turística poco o nada explorada.

DESTINOS En la comunidad de Huayllatambo del Ayllu Mayasaya Mujlli, Tapacarí, por ejemplo, se encuentran ruinas incas nunca antes vistas. En este mismo municipio, en la comunidad de Tallija, a cinco horas de caminata, está la ciudad escondida de piedra, rodeada de bofedales y pastos verdes donde se hallaron pinturas rupestres y senderos que narran leyendas de doncellas y demonios en Los Andes.

En el municipio de Cocapata, la naturaleza ha labrado las más bellas piscinas de baños termales en medio de las montañas. El camino a este destino natural es también una invitación a disfrutar de los tres pisos ecológicos (puna, valles y trópico) en una sola hora.

Otros atractivos nacen de la religiosidad de los pueblos, como la fiesta y leyendas del Niño Sik’imira (Niño Hormiga) en Villa Rivero, las tradiciones en torno al “Señor de las Lluvias” (San Severino) en Tarata; las creencias en torno a la Virgen de Surumi en Santiváñez; y las coplas picantes e insultos a un santo, además de la quema de bosta en rituales de fertilidad en la fiesta de Santa Vera Cruz en Uspha Uspha. 

La cultura culinaria en torno a los choqro rosquetes (roscas delgadas) en el Valle Alto y la ruta del pan en Arani es otro nicho turístico por consolidar, según destacó Romero. “El pan de Arani es un atractivo porque todo su proceso en sí es interesante, desde la producción del grano y sus prácticas culturales, la molienda en batanes y molinos de piedra y la cocción en hornos de barro”.

Al igual que esta experiencia, la vida cotidiana en comunidades indígenas Yuqui y Yuracaré tienen un alto potencial, ya que pocos han tenido la oportunidad de desayunar o comer en hojas de plátano, cazar y pescar los alimentos del día, realizar viajes en botes tallados en madera, entre otras experiencias. 

En el trabajo de la Dirección de Culturas y Turismo se han identificado además, 15 rutas y/o destinos turísticos por consolidar, es decir, promocionar, poner a disposición guías, hospedajes y vías de acceso e información, entre otros.