Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 07:12

EL AUTOR ESPAÑOL JOSÉ IGNACIO GUERRERO HABLA DEL ORIGEN Y DE LOS ALCANCES DE LA OBRA CON LA QUE GANÓ EL II PREMIO INTERNACIONAL KIPUS.

Novela ensaya crónica paródica sobre Bolivia

Novela ensaya crónica paródica sobre Bolivia



Con la obra “Sua, quella, hulla: los dos sombreros del gallego”, el autor español José Ignacio Guerrero Vara (Zaragoza, 1976) ha ganado el II Premio Internacional de Novela Kipus, dotado con 20 mil dólares. Presentada por el jurado como una “lograda crónica personal, en tono farsesco, del proceso político-cultural boliviano contemporáneo”, que “desde la mirada de un viajero, propone un retrato desmitificador y al mismo tiempo cariñoso del proceso de cambio”, la novela supone prácticamente el debut literario de Guerrero, quien en esta entrevista cuenta el origen, las motivaciones y las búsquedas de su obra.



P. ¿Cómo nació su novela?

R. La historia nace, como muchas amistades y muchas aventuras, de la risa. Del intento de presentar desde el humor una especie de viaje a través del espejo, de esos que deforman la visión para devolvernos una imagen más lúcida y clara de nuestro propio mundo. La distancia del viaje fantástico permite visitar un mundo que solo se parece a Bolivia en la deformación de lo cóncavo y lo convexo, pero que, como en un puzzle de miopía y lucidez, quizá permita percibir el cariño que el autor le tiene. Y quizá provoque alguna carcajada por el camino.

P. ¿Usted conoció Bolivia? ¿Cuándo y en qué circunstancias?

R. Ya no sé las veces que he viajado hasta allí. Lo que sé es que los viajes se realizan con los pies o con el corazón, y a mí, fue el corazón el que me llevó a Bolivia. Una persona maravillosa me dio su amor, otras personas maravillosas me abrieron las puertas de su hogar y puedo decir con orgullo que durante mucho tiempo he formado parte de una familia tarijeña.

P. El jurado del premio destacó que su novela es una crónica personal del llamado proceso de cambio que vive Bolivia hace 10 años. ¿Qué lo animó a escribir una obra con ese eje argumental?

R. Yo diría más bien una crónica desquiciada, alocada y paródica de un proceso histórico que intenta retroceder mucho más atrás del momento presente. En la novela los ojos de un gallego bastante torpe, embarcado en un viaje alucinante y alucinado, son los que permiten recorrer con una sonrisa la historia de un país, sus mitos, sus contradicciones y su mutación constante.

P. A no pocos ha sorprendido que el autor de una novela sobre el proceso de cambio sea español. ¿Cómo se ve este proceso fuera de Bolivia? ¿Cree que la literatura ayude a visibilizarlo y comprenderlo mejor dentro y fuera de Bolivia?

R. Bolivia solo empezó a tenerse en cuenta en España con la chompa de Evo Morales. El proceso de cambio la ha situado en el mapa... aunque lo cierto es que pocos podrían decir en qué consiste. Tampoco yo me siento capaz de hablar con legitimidad de todo lo que supone a nivel político, económico o simbólico... Tal vez sea la literatura la que pueda aproximarse, desde diferentes ángulos, a los matices que una noticia de periódico o un estudio sociológico jamás podrán ofrecer. Yo lo he intentado hacer desde la sonrisa y la fantasía, otros autores (bolivianos y extranjeros) lo harán desde la esperanza, la decepción, la descripción de la vida real... y cada uno de ellos tendrá una parte de la verdad.

P. ¿Cuándo empezó a escribir su novela y cuánto tiempo de trabajo le demandó?

R. Puedo decir que la terminé hace unos dos años. Me dan ganas de decir que su gestación viene de hace diez años, desde la primera vez que empecé a sentir que una parte de mí había sido conquistada por Bolivia y por lo que iba conociendo de ella.

P. ¿Qué significa para su carrera este premio? ¿En qué nuevos proyectos está trabajando actualmente?

R. Lo cierto es que ni siquiera sabía que tuviera una carrera literaria. Enseño literatura, esa es mi verdadera profesión. “Sua quella hulla” es una historia que nació como un juego y un homenaje privados. Fue divertido escribirla. Si encuentro algo que me vuelva a divertir, lo escribiré. Por ejemplo, siempre he pensado que Falso conejo sería un título excelente para un libro de relatos.