En un anterior artículo, comenté cómo la tecnología financiera o fintech está revolucionando al mundo del dinero y la banca internacional, y cómo esta tendencia podría convertirse en una oportunidad o amenaza para nuestro sistema bancario nacional.

Al respecto, la semana pasada tuvo lugar el evento Digital Bank Latam, en la ciudad de La Paz, donde representantes de la banca pudieron conocer las soluciones presentadas por 18 nuevas empresas (startups bolivianas y de Latinoamérica) que han desarrollado aplicaciones digitales: proceso crediticio, gestión de portafolios de inversión, omnicanalidad, medios de pago, educación financiera, entre otras.

La industria fintech, según la encuesta mundial de banca digital de PwC, movió 22.265 millones de dólares en el mundo durante el 2015, lo que demuestra el alto y creciente interés que tiene la banca tradicional para cambiar su manera de llegar al cliente y ser competitiva en un mercado que ha cambiado drásticamente por el avance de la tecnología.

Para Francisco González, presidente del banco BBVA, “la industria bancaria ha quedado obsoleta, con estructuras pesadas de costes, sistemas arcaicos, oferta poco diferenciada y gran sobrecapacidad”. Adicionalmente, recalca que “no se trata de hacer lo mismo de manera más eficiente”, sino de “hacer cosas nuevas que no era posible siquiera idear y ofertar con la base tecnológica anterior”. “El reto para esta industria es mejorar la productividad y atención al cliente a través de la innovación”. Para avanzar en esta carrera, el señalado banco global ha comprado varias startups de la industria fintech, se ha aliado con otros y ha ido más allá creando su propia incubadora interna con desarrollos propios.

En Bolivia, muchos bancos han tomado la decisión de hacer cambios profundos para modernizar sus plataformas informáticas. Se han lanzado a la carrera de convertirse en bancos digitales, más aún porque su eficiencia administrativa se ha deteriorado y sus ingresos por cartera se han visto reducidos por la alta competencia y la normativa de techos en las tasas activas.

Por eso, representa una gran oportunidad para la banca mirar de cerca y apoyar el surgimiento de startups fintech que puedan acelerar procesos de digitalización. En ese sentido, celebramos que el BCP sea el primer banco en confirmar una alianza con una fintech denominada Ultracasas, plataforma que permite el acercamiento entre vendedores de casas, departamentos y terrenos con los compradores interesados en acceder a un crédito de vivienda con el apoyo del banco. El portal UltraCasas.com es una startup creada por Carlos Jordán y los hermanos Camilo y Esteban Eid. Se ha convertido en poco tiempo en el mayor portal inmobiliario del país, con más de 4.000 propiedades en oferta y 135 mil visitas al mes de quienes se constituyen en potenciales clientes para un crédito hipotecario.

En 2014, se hizo la primera Hackatón Fintech en Bolivia, denominada InnovaLab, organizada por la Fundación Maya. Un banco del sistema presentó su demanda a 200 desarrolladores informáticos para el lanzamiento de su banca joven. De esta iniciativa surgió Bisa-life, plataforma que fue presentada también en el evento Digital Bank Latam de la semana pasada.

Están dadas las condiciones para que nuestras startups fintech y programadores bolivianos puedan hacer ofertas innovadoras a la banca nacional, mirando mercados internacionales inclusive.