Una bandera negra flameando fue el símbolo del luto en el cruce a Arque, cerca de Sayari, a 90 kilómetros de la ciudad de Cochabamba en la ruta al occidente. A las 14:30 de ayer, la Policía abrió camino en la zona para que el féretro del minero Germán Mamani Aspeti (30) pase. En el lugar se instaló el velorio de la primera víctima mortal de los enfrentamientos entre policías y mineros.

Germán murió 24 horas antes en ese mismo sector. De la segunda víctima, Severino Ichota Poma (45), que perdió la vida en Pongo, se supo poco después.

Las vigilias y bloqueos de los cooperativistas mineros derivaron en dos muertes, heridos y aprehendidos, el miércoles. Cada víctima dejó esposa e hijos.

La viuda de Germán, Juliana Colque (29), descansaba en una banca del Instituto de Investigación forense (IDIF) en Cochabamba, a las 10:00 horas de ayer, esperando que llegue el cajón para llevarse el cuerpo de su esposo. A la misma hora, el cuerpo de la segunda víctima mortal viajaba, desde el occidente, por caminos de Tapacarí, esquivando los bloqueos de los mineros, para que se realice la autopsia de ley.

Los familiares de Germán contaron que él trabajaba, desde adolescente, en la mina Patacallani, explotando piedra caliza. Vivía junto a su esposa y tres hijos, de 10, 5 y 3 años. Una cuarta está en camino, a pocos días de nacer. Conforme a los reportes forenses ofrecidos por el fiscal de Distrito, Ever Veizaga, murió tras recibir el impacto de una bala en el tórax.

La viuda estuvo sola descansando en un asiento, para calmar su dolor y no afectar a la bebé que nacerá en cualquier momento, porque está embarazada de nueve meses. Calzaba abarcas, vestía pollera y se cubría con una manta la espalda y con un sombrero la cabeza. No soltó una bolsa en la que estaban los documentos de su esposo.

“Me he quedado solita con mis hijos”.

A media mañana aún no había comido nada y solo se acercaba a quienes llama sus “hermanos mineros”. Su llanto corría cada cierto tiempo, al relatar lo ocurrido.

“¡Quiero justicia! Hermanos mineros ayúdenme, que la Fiscalía también me ayude”.

Andrés y Ramiro Mamani, padre y hermano de Germán, estaban cerca. El papá se mostró tímido, hablaba poco y se limitaba a exigir justicia y ayuda.

Ramiro, que vive en la ciudad, contó que se enteraron de la tragedia por los medios de comunicación y hasta ayer parecían confundidos con lo ocurrido. “Él era el mayor de seis hermanos. Él era nuestro papá, ayudaba a mi papá y mi mamá”.

Ellos estuvieron juntos el fin de semana pasado, Germán visitó a su familia en Cochabamba. “Hemos compartido, me dijo que estaba trabajando normal y se ha ido el domingo (…) Mi hermano no se ha muerto así por así, hay testigos. Estoy molesto por lo que le han hecho”.

Mientras llevaban el cuerpo de Germán hacia Sayari, el féretro se cruzó con la ambulancia que trasladó el cadáver de Severino hasta el IDIF, para la autopsia.

Sus familiares se mostraron cautos. Algunos, temerosos, evitaron conversar con los periodistas. Severino era parte de la Cooperativa Minera El Progreso de Kami, tenía familia y dejó a dos hijos de entre 14 y 19 años. Según la Fiscalía, también fue víctima de un proyectil de arma de fuego en la cabeza en Pongo, a 100 kilómetros de la ciudad.

El cuñado de esta víctima, José Mamani, dijo que, por los bloqueos, velaron el cuerpo en plena vía en Pongo, en la misma zona donde murió. Ayer viajaron, desde las 06:30 horas, esquivando las vías bloqueadas y desviaron por Tapacarí para llegar hasta la ciudad. “Hemos pasado rogando”.

El secretario del área social de Kami, Gregorio Condori, aseguró que su compañero no murió en conflicto, porque ellos estaban en vigilia en un cerro. “Directamente nos han sorprendido los efectivos, en la punta de Pongo. Ahí ha fallecido. Nos han perseguido a la loma y ahí nos han disparado”.

Los familiares informaron que Germán será enterrado en su comunidad, Tres Cruces, y Severino en Kami.

Estas historias aún no concluyen. La esposa de Germán se dedica a la agricultura. Ahora no tiene con quien trabajar la tierra y se acerca la siembra de papa en Sayari. Deberá enfrentar a la vida para sacar adelante a sus cuatro hijos.

El Fiscal afirma que mineros fallecen por herida de bala

El fiscal de Distrito en Cochabamba, Ever Veizaga, informó ayer, que el minero muerto en Pongo, Severino Ichota Poma, perdió la vida por un proyectil de arma de fuego.

Ichota fue la segunda víctima de los conflictos suscitados durante la jornada del 24 de agosto.

“Esto quiere decir que el proyectil ha ingresado y también ha salido de la cabeza. No ha sido encontrado el proyectil”.

El cuerpo llegó antes de mediodía y la autopsia de ley se realizó la tarde de ayer.

Un día antes le practicaron la autopsia a la primera víctima, Germán Mamani Aspeti, y los exámenes forenses determinaron que fue víctima de una bala. Veizaga detalló que el proyectil ingresó por el brazo derecho al tórax, perforó el pulmón y no presentó otros signos de violencia.

En ninguno de los casos se identificó el calibre de la bala, en uno porque no se halló el proyectil.

La mañana de ayer, llegaron cinco peritos en balística desde La Paz al Instituto de Investigación Forense (IDIF).

Hasta el final de la tarde de este jueves la Fiscalía de Distrito no había recibido más reportes sobre los resultados forenses.

Apuntes

Los dolientes

Entre 250 y 300 personas bajaron de las alturas en Sayari, en el momento en que el féretro llegó hasta el cruce a Arque, luego de varias horas de viaje.

A un lado de la vía

En medio del escenario de conflicto, los comunarios limpiaron un lado de la carretera para instalar el velorio del minero muerto en Sayari.