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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Pokémon Go, una mina de oro

Pokémon Go, una mina de oro
Las cifras revolotean cuando se trata de cuantificar el movimiento económico que se produce en el mundo con la aplicación Pokémon Go, un juego virtual incubado por la genialidad de los miembros de Niantic, una compañía que vio la luz en 2010 de la mano de John Hanke, y que hace un año recién se alejó de Google.

El juego de realidad aumentada, lanzado el 6 de julio pasado, es poco menos que venerado por los usuarios, sobre todo adolescentes y jóvenes, que dicen que ahora tienen la oportunidad de dejar el sedentarismo porque deben jugarlo en las calles, plazas y otros espacios, además de que pueden compartir con otros y otras que están en la misma búsqueda de criaturas para atraparlas con su teléfono celular.

Al otro lado de la acera están los detractores que piensan que más bien es un juego que ha convertido a los jugadores es una especie de “zombies” que caminan sin despegar la vista de los smartphones. Ya hubo accidentes. Además, los psicólogos advierten que un juego de ese tipo profundiza los problemas de aislamiento y desconexión entre jóvenes y adultos.

Algunos países han prohibido el Pokémon Go, entre ellos Arabia Saudí, China, India, Irán, Malasia y Egipto, por razones de seguridad, religiosas o simplemente porque lo consideran un peligro para la sociedad o una vía que puede llevar a la corrupción.

Al margen de esas discusiones, los creadores del juego deben estar más que satisfechos por la respuesta del público, pero sobre todo por las millonarias ganancias que obtienen. Niantic, con sede en San Francisco (EEUU), tiene razones de sobra para jactarse de haber hecho un buen trabajo en alianza con The Pokémon Company.

Los medios informativos reportan que esa Niantic hoy tiene un valor de 3.650 millones de dólares, gracias al juego. Analistas financieros estiman que sus ingresos alcanzarían a 750 millones de dólares hasta fin de año.

La aplicación Pokémon Go consiguió recaudar, según la compañía de análisis Sensor Tower, cerca de 200 millones de dólares durante el primer mes de su aparición en el mercado. La firma App Annie estima que el juego factura unos 10 millones diarios.

Si bien la descarga del juego en los móviles no tiene costo, el usuario sí debe comprar otros elementos en las tiendas Apple Store o Google Play: huevos, inciensos, incubadoras y pokébolas y otros para avanzar. En Bolivia, 100 monedas cuestan 7.49 bolivianos; 550 monedas, 33.99 bolivianos; 14.500 monedas, 689.99 bolivianos. Un huevo, por ejemplo, puede costar 80 monedas.

También se calcula que los jugadores gastan entre 9.5 dólares y medio dólar por mes. De todo ello, Apple Store y Google Play se llevan el 30 por ciento de la torta.

Se creía que el éxito beneficiaría a Nintendo, pero esta multinacional de los videojuegos reconoció que apenas es dueña del 32 por ciento de The Pokémon Go, así que su ganancia es limitada. Más bien, el valor de sus acciones está en bajada.

Hay otros que sí le han visto la oportunidad de hacer negocio. Son las empresas dedicadas a distintos rubros. Versiones que circulan en internet sostienen que las compañías hacen fila para lograr que sus productos y servicios sean publicitados con el juego. En Bolivia, el Banco Unión da a sus clientes la posibilidad de hacer compras por internet sin cargos adicionales ni el cobro de comisiones con una tarjeta de débito.

El fenómeno también fue aprovechado por la compañía Marriot Rewards and Expedia, que le obsequió un viaje por varios países al estadounidense Nick Johnson (de 28 años), proclamado el “maestro de Pokémon Go” por haber atrapado al centenar y medio de criaturas del juego. Su aventura consistirá en capturar a los animalitos que solo hay en determinadas regiones del mundo.

Como se verá, se trata, por donde se mire, de una mina de oro explotada a nivel mundial.