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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Mentalidad en las FFAA

Mentalidad en las FFAA
El 17 de agosto comenzará a marchar la Escuela Antiimperialista de las Fuerzas Armadas en la localidad cruceña de Warnes, con 200 estudiantes y un presupuesto de 1.5 millones de bolivianos. Se trata, hasta donde se sabe, de una especie de diplomado de 240 horas académicas que pasarán militares de las tres fuerzas: Aérea, Ejército y Naval.

Un sociólogo militar cochabambino llamado Iván Danilo Novillo Fuentes será quien tenga en sus manos la labor de conducir a la nueva Escuela Antiimperialista llamada Juan José Torres Gonzales, en honor de quien fuera presidente de Bolivia entre 1970 y 1971 (conocido por haber expulsado del país al Cuerpo de Paz).

Aún no se sabe mucho más sobre dicha Escuela Antiimperialista; aunque su nombre ya dice bastante sobre las pretensiones que están tras su creación: hacer que los militares se den cuenta de todos los afanes negativos tras la geopolítica de Estados Unidos y de todos los que han venido acompañando o sometiéndose a todo lo que proviene de ese país.

Sin embargo, quien ha cursado uno o más diplomados sabe normalmente que, por la duración de estos, entre tres y cuatro meses, no hay mucho que aprender en ese tiempo, excepto asuntos muy puntuales, problema que enfrentarán los militares en los cuatro meses para cambiar su modo de ver las cosas.

Reto difícil por la cantidad de historia, análisis y autores que implica normalmente darse cuenta de qué forma las raíces de América Latina fueron penetradas primero por el eurocentrismo europeo y luego la mentalidad colonizadora estadounidense por cuanto esto a primera vista no suele ser tan notorio.

Peor en el caso de los militares por cuanto para iniciar un curso se tendría que realizar primero un diagnóstico de su perfil de ingreso. En este caso, esos 200 estudiantes qué es lo que saben y piensan sobre la manera en que determinados grupos de países dominaron política, económica y culturalmente al mundo en determinadas épocas y cómo esto hoy puede identificarse y mediante qué tipo de prácticas e intercambios simbólicos en las culturas en medio de la globalización.

No vaya a suceder como ocurrió con los maestros que supuestamente fueron capacitados con el mismo fin y, para tal efecto, recibieron un montón de textos que poco o nada entendieron porque normalmente la teoría se construye sobre la teoría y, si no se cuenta con una base, cualquier texto que intente penetrar en el fondo de las cosas puede sonar a chino.

Y es que siendo sinceros, si en algo el Gobierno no ha podido hasta ahora trabajar de forma exitosa ha sido en sus planes de descolonización. Algunos de los teóricos que al respecto le acompañaron al principio siempre tuvieron el problema de que muchas veces ni en sus clases universitarias eran entendidos por los estudiantes por lo denso de su pensamiento. ¿Cómo, entonces, hacer llegar este pensamiento a la población en general?

Es probable que, cuando el actual Presidente tenga que irse del Gobierno, todos nos demos cuenta de que al respecto se avanzó muy poco o casi nada y todo porque no hubo la capacidad de bajar la teoría densa hasta el pueblo para hacer entender, por ejemplo, que hasta en la manera de vestirnos, comer, mirar el mundo, valorar a los demás y sobre todo al hablar, llevamos huellas pasadas de una época en que primero Europa se sintió el centro del universo y luego Estados Unidos, mientras se trataba al resto del mundo como subdesarrollado, el patio trasero.

En todo caso, seguramente este tipo de problemas lo estará tomando en cuenta quien dirigirá el rumbo de tal escuela, más allá de la polémica que en su momento pudiera armarse sobre si esta clase de escuelas tiene o no algún sentido, porque no faltará quién no esté de acuerdo con su creación.