Al menos 43 personas murieron ayer por bombardeos de aviones de guerra en zonas en poder de la oposición en las afueras de Damasco y las provincias septentrionales sirias de Idleb y Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Trece personas, entre ellas tres menores y tres mujeres, perdieron la vida por ataques de la fuerza aérea siria en las poblaciones de Duma, Hosh al Nasri y Al Rihan, en la región de Guta Oriental, el principal bastión opositor de la periferia de la capital.

Desde esa zona, el activista Hasan Taquiedin rebajó, en declaraciones a EFE por internet, el número de fallecidos a once y destacó que ocho de ellos perecieron en Duma, la ciudad más grande de Guta Oriental, donde la aviación tuvo como objetivo un mercado popular.

Taquiedin agregó que el régimen atacó con su artillería y aviones otras localidades del área como Al Shifunia y Masraba.

Por otro lado, al menos 15 personas murieron, entre ellas dos menores, en bombardeos similares en el pueblo de Talmenes, al este de la urbe de Maarat al Nuaman, en el sur de Idleb, aseguró el Observatorio, que no precisó el origen de los aviones que perpetraron el ataque.

Casi toda Idleb está en manos del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y de otras facciones armadas.

Asimismo, otras quince personas fallecieron en ataques aéreos en los distritos de Al Salehin y Mashhad, bajo el poder de organizaciones armadas opositoras, en la urbe de Alepo, la mayor del norte de Siria.

En este caso, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos tampoco especificó la nacionalidad de los aviones que ejecutaron los bombardeos en Alepo.

Actualmente, bombardean Siria la aviación siria y su aliada, la rusa, así como la coalición internacional liderada por EEUU contra el Estado Islámico (EI).

La coalición internacional para la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) delineó desde el miércoles en Washington sus nuevos esfuerzos "para derrotar" a la organización terrorista, a la vez que comenzó a afianzar su estrategia para un escenario posterior.

Reunidos en la capital estadounidense, los ministros de Exteriores y de Defensa de los 26 países que componen la coalición -veinte de ellos miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)-, se comprometieron a dar nuevos pasos en su lucha contra los radicales.

En un comunicado conjunto, la coalición aseguró que el encuentro ha servido "para tomar impulso y acelerar en múltiples frentes la campaña", que tiene como primer fin derrotar al Daesh (como también se conoce al grupo yihadista) en Irak y Siria.

En ese sentido, los titulares de Defensa y Exteriores de las distintas naciones convinieron en la urgencia de acabar con el control del EI sobre las ciudades de Mosul, en Irak, y Raqqa, en Siria, bastiones donde los yihadistas tienen sus bases de operaciones y están más protegidos.