En la noche del domingo 17 de julio, la ocupación Douglas Rodríguez del barrio de Vila María en la zona norte de Sao Paulo (Brasil) vivió el episodio más triste de los tres años que tiene de existencia.

En medio de gritos y llanto, miles de personas huían despavoridas tratando de salvar su vida y la de sus hijos del incendio que se inició por una mala instalación eléctrica y que rápidamente se extendió destruyendo las precarias casas de madera del lugar.

Varias horas necesitaron los bomberos para apagar las llamas que dejaron sin vivienda a cientos de familias entre ellas bolivianas. Son cuarenta familias bolivianas afectadas y quince que perdieron prácticamente todo. La ocupación que pertenece al Movimento Sim Moradia está conformada por dos mil familias, de las cuales sesenta son bolivianas. Los afectados requieren ayuda para obtener nuevamente documentos de residencia en Brasil, ya que los costos son elevados tanto en instancias bolivianas como brasileñas. Guillermo Aro, representante de los bolivianos que viven en esta ocupación y además consejero participativo en la Subprefectura de Vila María, indicó que el día martes el cónsul Juan Claudio Luna se hizo presente en el lugar ofreciendo toda la ayuda necesaria en la agilización de los trámites para todas las personas que perdieron sus documentos. Sin embargo, “los trámites tienen un costo y no se puede hacer nada al respecto”, afirmó Aro.

RETORNO Luna propuso ayudar a las personas que desean retornar a Bolivia, sin embargo nadie aceptó el ofrecimiento. Teodoro Guisbert, quien ya vive veinte años en Brasil, indica que es imposible volver a Bolivia porque sus hijos están estudiando y dependen de él, que no los puede dejar a su suerte, que si decidió migrar fue por problemas económicos debido a continuos problemas sociales que afectaron el negocio que poseía en la plaza Isabel la Católica en la ciudad de La Paz.

VIUDA Entre las personas más afectadas está Hilaria Mato, proveniente de la ciudad de La Paz, emigró hace ocho años a Sao Paulo y vive ya tres en la ocupación. Viuda debido a que su marido fue asesinado hace dos años, es madre de cuatro hijos, siendo el menor de dos años de edad. Al igual que todas las familias afectadas, solicita toda la colaboración posible en alimentación, vestimenta y enseres básicos, pero principalmente ayuda para adquirir una nueva máquina de costura que le permita seguir trabajando y volver a construir su vivienda.

Drama familiar

La paceña Hilaria Mato enviudó en 2014. Pide ayuda para reponer la máquina de coser con la que mantenía a sus cuatro hijos.