Los fusileros navales de la Marina brasileña simularon ayer un control de disturbios en la playa de Flamengo, en la zona sur de Río, como entrenamiento frente a posibles manifestaciones violentas durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos que comenzarán el 5 de agosto.

Durante el ejercicio, un navío condujo a tierra tres camiones de transporte de tropas y otro dejó en la arena a ochenta fusileros navales.

Una vez desembarcados, los militares se dirigieron en los camiones al Monumento Nacional a los Muertos de la Segunda Guerra Mundial, situado en la Marina da Gloria y próximo a las instalaciones olímpicas que acogerán las pruebas de vela.

Unos mil militares de la Marina participaron en la actividad, que incluyó el aislamiento del aeropuerto Santos Dumont, el atraque de los navíos, el desembarque de los militares y la alineación de la flota a lo largo de la bahía de Guanabara.

En paralelo a este simulacro, un helicóptero realizó también en la playa de Flamengo lo que sería el rescate de un herido en caso de disturbios.

Para el comandante del Grupo de Tarea terrestre en Copacabana, Ricardo Henrique Santos do Pilar, el ejercicio fue satisfactorio y se desarrolló en el tiempo que esperaban que llevaría inicialmente.

Asimismo, el simulacro se realizó con las restricciones que esperan encontrar durante el periodo de los Juegos y no tendría “interferencias con las competiciones contempladas”.

El pasado 16 de julio, las Fuerzas Armadas brasileñas comenzaron una serie de simulacros que involucran casos de amenazas a las instalaciones deportivas.