Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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EL TÉCNICO DE LA SELECCIÓN URUGUAYA MANIFESTÓ ESTAR BIEN PESE A TENER DIFICULTADES EN SU MOTRICIDAD. EL MAESTRO SE RECUPERA CON SESIONES DE FISIOTERAPIA Y NO PIENSA DEJAR LA CELESTE.

Tabárez sufre de neuropatía

Tabárez sufre de neuropatía



El seleccionador uruguayo, Óscar Washington Tabárez, dijo sentirse “bien” y negó sufrir el síndrome de Guillain-Barré, aunque afirmó estar aquejado de una neuropatía crónica que afecta su motricidad, informaron medios locales.

“No digo muy bien, pero estoy bastante bien”, dijo el seleccionador de la Celeste en una entrevista con el informativo local Subrayado, en la que también afirmó que los medios le adjudicaron “una enfermedad que no es cierta”.

Tabárez hacía referencia a varias noticias publicadas por periódicos deportivos en las últimas semanas, que revelaban que el técnico del conjunto uruguayo sufría el síndrome de Guillain-Barré, razón por la cual presuntamente debió desplazarse con la ayuda de una silla de ruedas electrónica previo y durante la Copa América Centenario.

Si bien dijo que “siempre” tuvo “inconvenientes” físicos, negó categóricamente que se tratase de este síndrome y en cambio indicó sufrir de una “neuropatía” que no le causa dolor, sino “problemas motrices, sobre todo de la marcha”.

“Es una enfermedad crónica. Está un poquito mejor y a veces hay ciertas oscilaciones. Le pongo todo con la fisioterapia, con los médicos y los tratamientos porque no estoy pensando en irme”, confesó Tabárez.

“Si llegara algún momento en el que viera algún signo de que los futbolistas no me siguen o algo por el estilo, ahí me lo podría plantear, pero no ha ocurrido”, matizó.

Por ese motivo es que se lo vio ayudado de dos bastones en marzo durante los partidos contra Brasil y Perú por la eliminatoria para el Mundial de Rusia 2018, “un momento duro”, explicó, aunque en este momento aseguró poder andar con la ayuda de un único soporte, e incluso sin ninguno “cuando el piso es confiable”.

No obstante, el Maestro recordó ciertos momentos de la eliminatoria para el Mundial de Brasil 2014, en el que “lloraba de los dolores” que sufría al subir un escalón, por ejemplo, pero rechazó encontrarse en esa situación.

“Ya tengo 69 años. En cierto sentido es un privilegio a esta edad tener la posibilidad de compartir este tipo de experiencias y además pensar que uno puede aportar mucho a los que van a competir”, expresó el entrenador.