“Siempre para adelante”. Ese parece ser el lema de Ángela Castro, la marchista boliviana que corrió contra muchos inconvenientes en su vida, pero que tuvo premio por no rendirse, dirá presente en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y además es una de las firmes candidatas para portar la bandera de la delegación nacional en la ceremonia inaugural del 5 de agosto en el estadio Maracaná.

“Hace años que soñé con esto. Ahora lo imagino, quiero sentirlo, va a ser emocionante. Es un mérito a todo el esfuerzo”, dijo la atleta de 23 años a la organización, quien deberá esperar hasta este lunes 18 para confirmar si será oficialmente la elegida.

La historia de Castro es dura. Ella tuvo que batallar con problemas de salud en el comienzo de su vida. “Nací con un displasia de cadera. Nací de pie, dicen que eso es de buena suerte. Me jalaron las costillitas y ahí me lastimaron las caderas. Cuando tenía ocho meses y quería pararme, me paraba con un pie, pero con el otro no podía porque estaba muy arriba”, contó, revelando el inconveniente físico con el que nació.

“Optaron por hacerme fisioterapia en vez de cirugía, para ver si funcionaba, y me enyesaron dos meses. Así di mis primeros pasos. El doctor le dijo a mi mamá que no tenía que hacer deporte ni esfuerzo porque no habíamos hecho la operación. Yo decidí que podía intentarlo y hasta ahora nunca me molestó la cadera. Dijeron que no podía hacer deportes y aquí estoy, clasificada a los Juegos”, continuó Ángela, dejando en claro que los comienzos fueron muy difíciles.

Bolivia tiene 12 clasificados a los primeros Juegos de Sudamérica, y hay muchas esperanzas puestas sobre Castro, de lo cual ella misma es consciente, aunque no se lo toma como una presión extra. En marzo logró la marca mínima en marcha atlética al recorrer los 20km en 1h35m6s, cuando necesitaba hacerlo en 1h36m. Un mes después, en Ecuador, Ángela se consagró al ganar el Campeonato Sudamericano de Marcha con un tiempo de 1h34m31s. Y hay más: en mayo, por la Copa del Mundo en Roma, Italia, la boliviana clavó el crono en 1h30m33s, logrando un récord para su país.

“La meta es Río 2016, y ahí tiene que ser la mejor competencia. Bajar ese tiempo es complicado, pero es mi objetivo. No importa si es por un segundo, pero voy a Río tras una medalla de oro, eso va a ser un gran logro”, declaró quien es entrenada por Martha Marín, una de las principales desarrolladoras de talentos deportivos en el país Bolivia.

“A veces hay molestias y dolores por el esfuerzo, pero quiero llevar a la bandera boliviana a lo más alto”, agregó. ¿Y aparece una medalla en tus sueños? “No es imposible, pero es bien complicado y yo sé que me falta” finalizó.